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La falda es para ellos (en Escocia)

La Voz J. F. | REDACCIÓN

SOCIEDAD

La decisión de una encuesta europea de incluir el típico «kilt» en la categoría de ropa femenina levanta las iras en el sector tradicional del país británico

13 nov 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Hasta ahora, el mayor enigma de las faldas escocesas era saber qué escondían. Pero para los responsables de Eurostat, el problema era a qué categoría adscribir esta prenda tradicional. La Oficina de Estadísticas de la Unión Europea elaboró una encuesta sobre tendencias comerciales en los Quince en la que se obligaba a los comerciantes escoceses a registrar las ventas de estas faldas en el apartado de prendas femeninas. El escándalo fue mayúsculo en Escocia. Patrick McGroarty, el principal fabricante de esta vestimenta tradicional, devolvió los formularios y dijo que prefería pagar la multa de 1.500 euros a cometer semejante error en las tradiciones. En inglés, existen palabras distintas para designar la falda común ( skirt ) de la falda tradicional ( kilt ), estas últimas se lucen con orgullo en las ceremonias escocesas. La indignación fue tal que Eurostat se vio obligada a rectificar: «No había malicia en nuestra intención», se disculpó un portavoz de la oficina europea. Los «eurócratas» Pero el daño ya estaba hecho. Los periódicos sensacionalistas, como el Daily Record , que se refieren a los funcionarios de la UE con un despectivo eurócratas, insistieron en que el comisario español Pedro Solbes persistía en que el kilt debía consignarse como prenda femenina. El diario recordó que famosos del mundo del cine como Samuel L. Jackson y Mel Gibson (que encarnó al héroe escocés William Wallace en Braveheart ) visten el kilt en público, y citó el enfado de Sean Connery como sintomático de la indignación nacional. «Les han llamado travestis», clamó el Daily Record , herido en el orgullo un tanto machista. Los organismos oficiales del turismo también protestaron. Y los periódicos recordaron cómo durante la entrega de los premios MTV, celebrados hace una semana en Edimburgo, la cantante Christina Aguilera quiso conocer el secreto que guardan las faldas escocesas.