El Gobierno acepta con deportividad el acuerdo porque «hemos hecho todo lo que podíamos» La oposición culpa de la derrota a la política de confrontación del Ejecutivo en la UE.
26 nov 2003 . Actualizado a las 06:00 h.?spaña, pese a lo que se podía pensar, aceptó con deportividad su derrota frente a la candidatura francesa de Cadarache. En vez de optar por las lamentaciones, tanto el presidente del Gobierno, José María Aznar, como la ministra de Asuntos Exteriores, Ana de Palacio, apostaron por ver la botella medio llena. «Hace no muchos años -señaló Aznar- hubiera sido imposible optar al ITER. La credibilidad de España es lo que nos ha permitido competir por un proyecto que sólo estaba al alcance de una decena de países del mundo, y de esa decena sólo hemos quedado tres (España, Francia y Japón) en una demostración palpable del cambio que ha experimentado España». Agregó que su Gobierno ha hecho «todo lo que podíamos hacer» para defender a Vandellós. Superioridad gala En una línea parecida se pronunció Ana Palacio, para quien «llegar donde hemos llegado ya representa un motivo de satisfacción». La ministra subrayó que España «ha experimentado un inmenso progreso científico», pero acabó por admitir que «la comunidad científica francesa es superior a la española». Menos complaciente se mostró la oposición, que acusó a España de perder el ITER por una equivocada política de alianzas. El más crítico fue el socialista Pascual Maragall, quien señaló que la derrota ante Francia supone «la peor noticia política y tecnológica para España y Cataluña de los últimos 25 años». «Se lo recordaremos toda la vida a Aznar -añadió-, porque ha sido el presidente que ha fracasado en matería de política tecnológica». También desde el PSOE, Jordi Sevilla atribuyó la decisión de la UE al «fracaso evidente de la política y diplomacia de confrontación del Gobierno del PP». Más contundente fue Gaspar Llamazares, de IU, que achacó la derrota a la «política de repelente niño Vicente que hace Aznar en la UE». Desde CiU se reconoció el esfuerzo de España por defender a Vandellós, pero también se aludió a la equivocada política de alianzas. «Francia es mucha Francia y el eje franco-alemán ha tenido una importancia decisiva», dijo un portavoz.