El Gobierno se desmarca del documento que vincula maltrato y revolución sexual
SOCIEDAD
Partidos y asociaciones de todo tipo arremeten contra el texto de la Conferencia Episcopal Los obispos llegaron a asegurar que la liberalidad de las costumbres aumentó la violencia doméstica
03 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.El documento de la Conferencia Episcopal Española en el que se relaciona el aumento de los casos de violencia doméstica, los abusos sexuales a mujeres y niños y la ruptura de las familias con la llamada revolución sexual ha provocado una respuesta social de condena a la iglesia sin precedentes en los últimos años. Prácticamente todos los partidos políticos, instituciones judiciales y organizaciones sociales de todo tipo alzaron ayer su voz para denunciar que la Iglesia se ha equivocado -éste ha sido el calificativo más benévolo que se ha utilizado- en su juicio. La contundencia del contenido del directorio sobre la familia aprobado por los obispos españoles ha sido tal que hasta el Gobierno se ha apresurado a desmarcarse de su mensaje. Su portavoz, Eduardo Zaplana, aseguró «respetar muchísimo el criterio de la Conferencia Episcopal, como el de cualquier colectivo» para, a continuación, discrepar de sus valoraciones. Zaplana matizó que hoy en día no es que exista una mayor violencia de género, sino «una mayor concienciación de la mujer para dar la cara y denunciar su situación, distinta a las situaciones arcaicas del pasado». En esta última tesis abundaron prácticamente todos los colectivos y partidos que se pronunciaron sobre el tema, con mayor o menor virulencia. Para el PSOE, la postura de los obispos es «absolutamente reaccionaria». Micaela Navarro, secretaria de Igualdad de los socialistas, se preguntó, en alusión a los representantes de la Iglesia, «si no son conscientes de que el papel de sumisión y subordinación que se ha venido predicando históricamente desde la jerarquía eclesiástica es el principal responsable de la violencia contra las mujeres». «Cavernícola» Monsterrat Comas, del Consejo General del Poder Judicial y presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica, aseguró que la Iglesia «vive de espaldas a la realidad» Pero aún fue más duro Gaspar Llamazares, de IU, que tildó de «carvernícola» el documento de la Conferencia Episcopal. «La violencia -dijo- la provocan quienes no aceptan los derechos y libertades de la mujer».