Un satélite examinará a Einstein

S. Garrido / Jorge Mira CARBALLO

SOCIEDAD

El «Gravity Probe» será lanzado hoy para medir cómo la presencia de la Tierra deforma el espacio y el tiempo.

18 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

A las siete de la tarde de hoy, hora española, un cohete despegará de la base de Vandenberg, California. En sus entrañas llevará un satélite, el Gravity Probe-B , con el encargo de verificar un aserto de la Teoría de la Relatividad General de Einstein. Nada extraordinario, dicho así. Pero concurren dos hechos singulares. Uno, curioso, es que esta misión, ejecutada por la NASA y por la Universidad de Stanford, y en la que ya se han invertido más de 700 millones de dólares, acumula un retraso de 45 años. El experimento fue propuesto en 1959 (Einstein formuló sus teorías en 1916), pero un cúmulo de circunstancias lo han ido posponiendo. Por eso no extrañan las palabras de un especialista que, hace unos días, comentaba en The New York Times que, con el cohete, mañana también se elevarán «los corazones de generaciones de científicos». Pero lo que de verdad marca la misión es su objetivo: probar cómo el espacio y el tiempo se deforman ante la presencia de la Tierra, y cómo la rotación del planeta los tuerce y arrastra consigo, como predijo Einstein. Tales máximas requieren unas consideraciones previas. Isaac Newton, en su libro Pincipios Matemáticos de la Filosofía Natural , la obra científica más importante, describió la fuerza que nos sujeta a la Tierra, la gravedad: la materia, por el mero hecho de tener masa, genera una fuerza que atrae a otra materia. Con estos mimbres describió la mecánica del Universo, única durante más de dos siglos. Pero a finales del siglo XIX, al realizar experimentos sobre la velocidad de la luz, surgieron discrepancias con el modelo de Newton, lo que generó una nueva concepción del espacio y del tiempo, no independientes entre sí, sino como un todo. Einstein lo dijo en 1905 en su Teoría de la Relatividad Restringida. La cuestión gravitatoria la introduciría en la Relatividad General (1916). Einstein dice que una masa (por ejemplo, la Tierra), no ejerce una fuerza sobre los objetos que la rodean, sino que lo que hace es curvar y deformar el espacio-tiempo. Una imagen que sirve de ejemplo es la de un hombre gordo sobre un colchón, que atrae o curva los objetos que se mueven por ese colchón debido a la hendidura que produce. El espacio, un líquido Pero hay más. Si esa gran masa gira, también arrastrará el espacio-tiempo sobre el que ejerce influencia. En el caso de la Tierra, si una bola gira en la órbita de la Tierra, su eje de giro original cambiará porque el espacio-tiempo en el que lo hace también está rotando. Ayuda a la comprensión de este planteamiento imaginar el espacio como un líquido: el movimiento que produce la Tierra altera los sistemas de referencia, por lo que el cambio de orientación del objeto externo es distinto al propio a los ojos del observador terrícola, pero normal en ese nuevo ambiente . Aquí es donde entra en juego la Gravity Probe B : demostrar esa teoría. Para ello, se ha colocado en la sonda un enorme recipiente de 2.470 litros de capacidad, sellado al vacío (nunca se ha lanzado al espacio una cámara así), en el que se han introducido cuatro esferas de cuarzo del tamaño de bolas de ping-pong. Los responsables del proyecto aseguran que se trata de «las esferas más perfectas jamás realizadas». Irán congeladas, a una temperatura próxima al cero absoluto, en un pequeño mar de helio que garantiza su total aislamiento.