
No sé si será producto de la boda de los Príncipes de Asturias, pero últimamente todo el mundo se casa. Ayer, por ejemplo, contrajo matrimonio en la capilla de As Conchiñas, en las isla de A Toxa, la hija del consejero delegado del grupo Coren, Manuel Gómez Franqueira, quien además es directora de márketing del grupo alimentario ourensano. Aunque yo no pude asistir al evento porque estaba en Casas Novas y no me daba tiempo de llegar a la ceremonia oficiada por el obispo de Ourense, Luis Quinteiro, que fue a las siete de la tarde, me contaron que los novios María Gómez-Franqueira Otero y Kiko Rial Castañeda estaban guapísimos. Se les veía muy enamorados, me dijeron. No hay más que ver la imagen de los contrayentes dándose ese tímido beso durante el paseo nupcial posterior a la ceremonia. Los que también miraban asombrados a los protagonistas del día fueron unos niños que jugaban en las instalaciones del Gran Hotel. Es posible que para ellos fuera su primera boda en directo. Mis informadores me contaron que allí estaba lo más granado del mundo empresarial gallego. Estaban, entre otros, Claudio San Martín, Julio Fernández Gayoso, José Luis Méndez (que llegó en el aperitivo), Antonio Fontenla, Roberto Tojeiro, Manuel Fernández de Sousa-Faro, José Luis Baltar, Francisco Cacharro Pardo, Manuel Cabezas y Xosé López Orozco. Pero también había una representación completa de todo el grupo Coren. Productores como el señor Juan, representantes de las más de veinte cooperativas que pertenecen al grupo y miembros del consejo rector con su presidente Antonio Sánchez Gil a la cabeza. Y es que aunque hubo más de 500 invitados, los novios quisieron que no faltara ningún representate de los distintos estamentos de la cooperativa. Entre las invitadas, al ser ceremonia de tarde, se vieron muchos vestidos largos. También hubo pamelas, que aunque son para las bodas de mañana, ayer el sol que lució en A Toxa permitió esa deferencia. Y tras los oficios religiosos, los asistentes hablaron de lo divino y de lo humano durante el cóctel, mientras aguardaban a que María y Kiko regresaran de la habitual sesión de fotos. El menú Después llegó el ágape en el Gran Hotel Hesperia La Toja. Ensalada de bogavante para empezar, rape con almejas en salsa marinera para continuar y solomillo de buey para aguantar los licores que siguieron a la tarta nupcial y al sorbete de limón. Tras el banquete continuó la fiesta hasta altas horas de la madrugada. Algunos invitados pasaron la noche en la isla, mientras que otros (no tan trasnochadores) prefirieron regresar a su hogar tras el festejo. Lo que fue un secreto, pero ya me enteraré, es el destino elegido por los novios para su luna de miel. Pero ante todo, felicidades.