La cantante gaditana Rocío Jurado, intervenida el pasado lunes en el hospital madrileño Montepríncipe por una presunta ictericia, se recupera favorablemente de una operación quirúrgica que duró más de diez horas. La tonadillera, que ingresó en el centro este viernes aquejada de unas molestias abdominales, está acompañada en todo momento por su marido, José Ortega Cano, su hija, Rocío Carrasco, y su hermano y representante, Amador Mohedano.
La duración de la intervención ha sembrado la confusión ya que algunas fuentes apuntan a una posible extirpación de un tumor en el páncreas. Los continuos viajes de la chipionera a Miami hacen pensar que la enfermedad puede ser más grave de lo que asegura la familia.
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