Una investigación revela que el modo en que se resuelve un rompecabezas aporta pistas sobre la personalidad humana y las estrategias de cooperación para conseguir objetivos comunes
03 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.?as estrategias que se siguen para reconstruir un rompecabezas pueden revelar muchos aspectos de la personalidad humana. Esto es lo que han estudiado un grupo de investigadores de la británica Universidad de Bath, con el propósito de averiguar más cosas sobre el comportamiento individual y en sociedad. Para ello, se pidió a un grupo de personas que armasen un puzzle, tanto de forma individual como en colaboración con otros, y se les grabó en vídeo. Las primeras observaciones permiten deducir que hay dos grandes formas de resolver el problema. Primero, están los que buscan con ahínco las piezas de los bordes y después rellenan el resto de la imagen. En el otro grupo se sitúan quienes disponen de más criterios de organización, como observar el dibujo de arriba abajo o bien centrarse en alguna parte llamativa de la imagen. Las personas que siguen este método están consideradas más creativas. «La estrategia con la que una persona resuelve un puzzle refleja su personalidad y sus habilidades», explicó la doctora Hilary Johnson, una de las responsables de la investigación. Cooperación También aportó conclusiones muy interesantes la segunda parte del experimento, en el que se trataba de evaluar en qué medida la cooperación modificaba las estrategias. Hubo resultados muy curiosos. Por ejemplo, hay personas que llegan a esconder la última pieza para que su compañero -con quien en teoría colaboran- no se adjudique el mérito de terminar el puzzle. También se dio el caso de jugadores que ocultaban la imagen de la tapa de la caja para que otros no tuviesen una referencia de lo que tenían que buscar u ocultaban sus progresos con la mano. Los creativos trabajan mejor en solitario y los «obsesos por los bordes» tienden a dominar los grupos. Ahora, estos resultados se aplicarán a un programa informático para comprobar las teorías. Los rompecabezas del experimento, por cierto, tenían 120 piezas.