Un neurocientífico gallego descubre el mecanismo de una parte de la visión

La Voz S. G. | CARBALLO

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Junto a ocho expertos internacionales explica por qué se distingue el borde de las cosas Los datos recabados podrían servir para mejorar la vista de los robots y hasta curar cegueras

22 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Uno de los retos fundamentales para los estudiosos del cerebro, los neurocientíficos, es descifrar los mecanismos que emplea la corteza cerebral para interpretar el mundo circundante. Tal vez el más importante sea el de la visión. La retina envía al cerebro información sensorial que incluye el perfil, el color, la textura o el movimiento de las cosas. El primero de ellos, el perfil, o de otro modo, los bordes de los objetos que se ven, ha sido el tema específico de tres años de trabajo (dos de experimentos y uno de análisis) que Xurxo Mariño Alfonso, focense de 35 años, ha desarrollado en buena parte de su extensión en el Massachussets Institute of Technology (MIT), un laboratorio científico de Estados Unidos puntero a nivel mundial. En concreto, ha analizado el mecanismo mediante el que las neuronas detectan esos bordes. Hasta ahora, se sabía qué hacen estas células, pero no cómo lo hacen. El trabajo, del que Mariño es el primer firmante (y único español) de un total de ocho, se publica hoy en la revista Nature Neuroscience . Mariño y sus colegas, bajo la dirección de Mriganka Sur, director del Departamento de Cerebro y Ciencias Cognitivas del MIT, aportan el modelo de circuito cortical más completo que se ha desarrollado hasta el momento para explicar una de las funciones básicas de la corteza visual, combinando una batería muy amplia de técnicas para abordar un mismo problema biológico desde distintas perspectivas. «En concreto -explica el investigador-, hemos utilizado un registro intracelular de la actividad eléctrica cerebral, generación de imágenes de la actividad cerebral, estudio anatómico de las conexiones nerviosas y simulación con computadores de la función cerebral». Una labor aparentemente compleja que, sin embargo, Mariño relativiza recordando una célebre frase de Newton: «La naturaleza es simple, y no es pródiga en causas superfluas de las cosas». Simpleza Esa aparente simpleza se produce en una región de la corteza visual muy heterogénea, con decenas de miles de millones de neuronas conectadas, aunque si se analiza un trozo de esa corteza, se aprecia que unos poco miles de millones realizan la función de la detección de los bordes. Uniendo técnicas y saberes, Mariño y los demás científicos indagaron en el «vecindario» de cada neurona, con un radio de 250 micras, una pequeña área en la que encontraron un equilibrio muy fino entre las llamadas conexiones excitadoras y las inhibidoras de la corteza. Ahí se esconde el cómo. Xurxo Mariño Alfonso, doctor desde el 98, perteneciente al grupo Neurocom de la Universidade da Coruña (departamento de Medicina), y que imparte clases en la Escuela de Enfermería y Podología de Ferrol, asegura que, además del propia avance en el conocimiento de la estructura (conexiones entre las neuronas) y la función cerebral (su actividad eléctrica), los resultados se podrán utilizar para desarrollar sistemas de visión artificial, aplicables tanto a los humanos para paliar problemas de ceguera, como a los robots.