dos reporteras de Telecinco hicieron creer a los tres jóvenes que se iban a suicidar en un pueblo de Zamora, intento que frustró la Policía, que iban a morir con ellos.
20 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.Las periodistas, del programa de Ana Rosa Quintana, habían contactado con los chicos en un foro en el que se habían infiltrado en Internet. Ellas les hicieron creer que compartían sus planes y que también se suicidarían, aunque luego lo que hicieron fue avisar a los agentes. Los tres jóvenes ingresaron en un psiquiátrico por orden del juez que lleva el caso. El psicólogo clínico José Gil Martínez explico ayer que los tres jóvenes que presuntamente conectaron por Internet para practicar un suicidio colectivo en un pueblo de Zamora debían tener «fracasos personales, profesionales o económicos» y no contaban con una red social de apoyo que les entendiera. Gil Martínez aseguró que aunque la investigación judicial haya determinado que no existían razones personales ni laborales para que los jóvenes se quitasen la vida, en estos casos si son hombres se suele llegar a esos extremos por «fracasos personales, profesionales o económicos». Tras insistir en que debía haber «varios factores», el psicólogo aseguró que «cuando alguien se mete en un chat de Internet es que su vida privada no funciona» y concretó que «es muy probable que las relaciones sociales no funcionaran» en esos casos. Por su parte, el presidente de la Asociación de Internautas, Víctor Domingo, desligó de Internet el caso de los tres jóvenes y explicó que precisamente gracias a la Red «se pueden descubrir casos como este». Domingo dijo que «lo pasado no tiene nada que ver con Internet, ha sido simplemente una herramienta, un medio de transmisión».