Seis chimpancés comunes, dos machos y cuatro hembras, sembraron el pánico a primera hora de ayer al escaparse del zoológico de Valencia, ubicado en pleno centro. Los primates se escaparon del recinto cuando los cuidadores los estaban limpiando. Algunos trabajadores del parque asistieron atónitos a la escena: los animales campaban a sus anchas por las copas de los árboles liderados por el padre de familia, Coco , un adulto de 60 kilos de peso y muy agresivo. Justo a esa hora estaba prevista la llegada de una visita escolar. En pocos minutos, la Policía Local y Nacional desplegó un dispositivo especial para intentar reducir a los seis chimpancés, que sembraron el pánico incluso entre sus cuidadores. La veterinaria Loles Carbonell no daba crédito a lo que estaba pasando: «Los animales rodearon la clínica donde trabaja y porreaban la puerta mientras yo cargaba dardos como una loca», dijo. Una vez cargadas las pistolas somníferas, la veterinaria, los ocho cuidadores y los policías se dispusieron a atrapar a los fugados. En plena escapada y muy nervioso, el macho rebasó la valla del zoo y llegó hasta el Museo de Bellas Artes, con decenas de visitantes Anticipándose al caos que se hubiese originado, uno de los agentes decidió abrir fuego con su arma y disparó varias veces contra Coco , que cayó abatido y murió en el acto.