Una de las pasiones confesadas de la Reina Isabel II de Inglaterra son los caballos. Sin ir más lejos, este fin de semana acudió con su marido, el duque de Edimburgo, a la tradicional carrera de Epson, en el sur de Inglaterra. Pero a tal punto ha llegado el amor de la monarca por los cuadrúpedos que ha encargado al servicio de Correos británico un sello conmemorativo para rendir tributo a su yegua favorita, Burmese ( La Birmana ). Isabel II montó al animal desde 1969 hasta 1989 para pasar revista a sus tropas en el vistoso desfile militar anual que se celebra con motivo de su cumpleaños, pero cuando se decidió retirar del servicio a la yegua por vieja, la Reina mostró su fidelidad y no quiso un nuevo caballo, sino que decidió cambiar la montura por un carruaje. Por cierto, que no se sabe qué le ha parecido a Isabel II la novatada que sufrió esta semana su nieto, el príncipe Enrique , en la Academia Militar de Sandhurst. Resulta que al regresar de un entrenamiento, el muchacho, exhausto, se encontró con que todas sus pertenencias, ropa interior, botas e incluso la cama, estaban en el patio. Al parecer, nadie quiso vengarse del tercero en la línea de sucesión al trono, sino que se trata de un ejercicio ideado, y consentido, por los propios instructores para fortalecer el espíritu de los cadetes. La verdad, todo sea dicho, la novatada tampoco fue para tanto. Ayer, se celebró en Los Ángeles la entrega de los premios MTV, una gala que contó con la flor y nata de la meca del cine. Entre las celebridades que participaron en el evento estaba Tom Cruise , que entregó un premio acompañado de su novia, la también actriz Katie Holmes , que no paró de hacer carantoñas a su apuesto galán encima del escenario. Cerca de ellos, apenas a unos pasos, estaba la ex ex de Tom, Nicole Kidman , (la ex vendría a ser Pé, claro) que también entregó un premio y, quién sabe, a lo mejor tuvo que hacer de tripas corazón ante el jugueteo de su ex marido y la joven actriz. Otra de las protagonistas de la gala fue Sandra Bullock , que fue literalmente manoseada por el cómico estadounidense Jimmy Fallon instantes antes de entregar un premio. El público se tomó con humor la reacción de Fallon, lo que no se sabe es cómo se tomó la Bullock (que tiene fama de tener un genio de agárrate y no te menees) la salida de tono de su colega. Los mitos nunca mueren y si ese mito es del cine y se llama Marilyn Monroe la cosa adquiere otra relevancia. Un galería de Los Ángeles subastó ayer por la friolera de 122.679 euros una pintura realizada por la actriz en 1962 y una agenda personal en la que la tenía apuntados los números de teléfono de Frank Sinatra, Jack Benny y decenas de famosos más. El cuadro, en el que Marilyn pintó una rosa roja, tiene su historia ya que inicialmente iba a ser de un ilustre propietario: John F. Kennedy. El fallecido presidente estadounidense nunca llegó a tener en sus manos la obra en cuestión. ¿Los motivos? Pues no se conocen, a lo mejor es que la diva no estaba muy contenta con el resultado.