Los obispos niegan que estén haciendo una política de confrontación Educación mejorará la situación de los profesores que imparten esta asignatura
23 jun 2005 . Actualizado a las 07:00 h.Gobierno e Iglesia calmaron ayer las revueltas aguas de sus relaciones y celebraron la primera de las reuniones de la comisión mixta acordada entre Zapatero y la Conferencia Episcopal con los ecos de la manifestación contra los matrimonios entre homosexuales resonando todavía. El resultado del encuentro, calificado de «cordial» por ambas partes, no fue muy fructífero. Se aplaza hasta una nueva reunión a finales de julio el futuro de la asignatura de Religión. La ministra San Segundo reiteró a los responsables educativos de la Conferencia Episcopal el compromiso del Ejecutivo de que los centros escolares ofrezcan esta asignatura de forma obligatoria, pero que sea de elección voluntaria por parte de los alumnos. Desde la Iglesia, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, les trasladó su postura: «La materia de Religión debe ser equiparada a una disciplina fundamental y debe impartirse con las mismas condiciones académicas y didácticas que el resto de las áreas». En resumen, que se cumpla el acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede de 3 de enero de 1979. Sobre el profesorado de Religión, que actualmente elige la Iglesia y paga el Gobierno, la ministra de Educación espera alcanzar «la mejor opción posible para que su contratación en todos los territorios se haga de forma adecuada a la legislación laboral y acorde con los principios constitucionales». La Iglesia, que negó que hubiera habido ningún cambio de estrategia por su parte y que se hubiera pasado a una fase de confrontación con el Estado, se mostró de acuerdo con el Gobierno en el contenido de la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía, ya que comparte la necesidad de reforzar la enseñanza de valores cívicos y de convivencia de forma transversal.