Estoy de moda en Japón y yo no me había enterado. En el país oriental lo más de moda, lo supercool es, si eres chica, joven y soltera, tener un perrito pequeño al que cuidar y vestir. Tal cual una barbie canina. Mi perfil, vamos. Lo único que Dinio, mi maravilloso perro de raza despistada, no me costó los 1.200 euros que las niponas pagan por sus mascotas, que yo lo encontré en la calle. Tampoco me gasto medio sueldo en atenderlo, pero sí reconozco que le he comprado algunos caprichos que, de no ser chica, joven y soltera, nunca hubiese adquirido. Y eso que no vivo en Tokio, donde los negocios de ropa, juguetes y comida para perritos son casi un bum. Me tendré que conformar con jerséis y chubasqueros a juego y collares para cada ocasión. ¡Qué disgusto tengo con lo de Sofía Mazagatos ! Sale en la portada de Lecturas desconsolada y con el corazón partido por que su novio, con el que ya se hablaba de boda, no era quien ella creía que era. Se lo voy a resumir porque si ustedes, como yo, no son asiduos al Tomate no se enterarán de nada. Sofía volvió de sus estudios teatrales en Nueva York dispuesta a interpretar lo más granado de Lope, pero se encontró con una propuesta que no pudo rechazar: interpretar Esmoquin con Arturo Fernández. Estando de gira, un día se le presentó Max Badiyi, que era productor y que la quería para hacer una película. En fin, la historia de siempre: él la llama, ella rehúsa, el insiste, ella cae. Digo «cae» pero podía decir «se enamora», que en el caso de Sofía Mazagatos creo que es lo mismo. Que la chica se ilusiona con su novio está claro, porque lo pasea por toda España y ejerce de prometida. Pero el tiempo pasa y la película desaparece, casi lo mismo que la familia de él, que nunca apareció. Al final, resultó que el chaval era un rey, pero el rey de las ranas, porque todo era una fanfarronada del tal Max. Entonces, Sofía, con el corazón hecho migas, decide dejarlo. Ella lo quiere pero si no puede confiar en él... No se pierdan la entrevista que Chelo García Cortés firma para la revista Lecturas . Está claro que mi colega tiene crudo eso de ganar el Pulitzer , pero tal vez le den una mención del premio Ariel por la de jabón que gasta. Si hablamos de revistas, tenemos que referirnos a la boda del año, la del sábado entre Cayetano Martínez de Irujo, conde de Salvatierra y Genevieve Casanova. Sí, han leído bien. Ya que la chica no puede aportar apellido compuesto, ni capitalazo a lo Vargas, pone acento francés que siempre queda muy chic. Con tal motivo, las revistas hacen un repaso a la vida y milagros de la familia ducal española por excelencia y sobrevuelan más que someramente la historia de la mexicana que conquistó al jinete. Por supuesto, la palma se la lleva ¡Hola!, magnífica guía inmobiliaria de la familia. Por cierto, me intriga cómo harán, tan machistas en Sevilla, el día de autos, ya que Fran Rivera irá de testigo y su ex mujer (hermana preferida del novio) Eugenia podría acudir con Gonzalo Miró, que están tan enamorados que da gusto. Muchas veces confundimos amor y sexo -la de matrimonios que nacieron por ese error- pero de vez en cuando sale alguien como Marlene Dietrich que deja las cosas claras. Su única hija, María Riva , aseguró que la diva «odiaba el sexo», aunque lo practicaba de forma asidua con Douglas Fairbanks Jr., John Wayne, el general Patton , Richard Burton, Hemingway, Orson Welles. En cambio, sintió un enorme amor por la guionista Mercedes de Acosta. Más amor de ex ?ara terminar mi columna hoy con más amor y sexo, una noticia de nuevo romance. La modelo brasileña Daniela Cicarelli, recién separada del futbolista Ronaldo , vive ahora un idilio con el tenista brasileño Gustavo Guga Kuerten , tal y como dice la revista carioca del corazón Quem . Kuerten había hecho pública hasta ahora su relación amorosa con la también modelo Leticia Bottcher, pero el pasado 29 de septiembre, Guga fue a una fiesta de vídeos musicales sin su novia. El tenista -más guapo que Ronaldo pero aún así en el pletórico universo de feos ricos-, se paseó por los salones para salir por la misma puerta secreta utilizada por Cicarelli diez minutos antes para abandonar la ceremonia. Todo esto que les cuento anótenlo como rumor, porque recientemente Daniella Cicarelli declaró que vive una fase tranquila y está con el corazón «cerrado» para el amor.