El Congreso aprueba permitir bebés a la carta para salvar a hermanos enfermos

SOCIEDAD

La nueva ley de reproducción asistida supera las trabas de la del PP y generaliza la investigación con preembriones Se elimina la restricción de un máximo de tres ovocitos por ciclo

16 feb 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

?l Congreso aprobó ayer, con la excepción del PP, la nueva Ley de Reproducción Humana Asistida que elimina las restricciones impuestas por la actual, que reformó el anterior Gobierno, y que abre la puerta -sólo para casos excepcionales y con el visto bueno del Comité Nacional de Reproducción Asistida- a la selección genética de embriones con fines terapéuticos para terceros. En la práctica, esto supone que las parejas podrán concebir un bebé sano, mediante técnicas de diagnóstico preimplantacional y reproducción in vitro, para salvar en un posterior trasplante la vida de su hermano con una enfermedad incurable. Es lo que se conoce como los bebés a la carta. Este aspecto de la ley es lo que más ha molestado al PP que, sin embargo, sí ha votado a favor de otros aspectos de la norma. El único que se opuso a la totalidad del proyecto, que aún deberá pasar por el Senado y devuelto posteriormente al Congreso, fue Eugenio Nasarre, quien alegó razones de conciencia. Para la portavoz del PP, María Roldós, la ley, en lo que se refiere a la selección de embriones, «va en contra de la moral» y facilitará, además, que cada vez haya más embriones sobrantes. Por contra, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, acusó a los populares de haber atendido a la hora de formular sus críticas a criterios «pseudorreligiosos» y a las instancias más conservadoras de la jerarquía católica. La ministra se mostró «especialmente satisfecha» de permitir la selección de embriones con el fin de poder salvar una vida humana. Salgado cree «inadmisible» que se diga que la finalidad última de la norma es fomentar la clonación con fines de investigación para la industria cosmética o farmacéutica, o incluso con fines de investigación militar. Clonación reproductiva La nueva ley, que prohíbe de forma expresa la clonación con fines reproductivos, generaliza la posibilidad de investigar con preembriones sobrantes de los procesos de fecundación in vitro. Este material crioconservado podrá utilizarse por la propia mujer o pareja para nuevos ciclos reproductivos, su donación a otras parejas con el mismo fin, la donación con fines de investigación o el cese de su conservación sin otra utilización. En el supuesto de la aplicación científica será necesario el consentimiento informado de la pareja, que deberá renunciar a recibir cualquier cantidad económica por ello. La nueva ley también elimina las restricciones impuestas por el PP, que reducía a tres los ovocitos a utilizar en cada ciclo reproductivo. Ahora será el profesional médico el que decida los que serán necesarios en cada ciclo. De esta forma, se incrementan las posibilidades de éxito de las técnicas de reproducción asistida, con lo que se evita su repetición, con el consiguiente gasto económico y molestias para la mujer. De igual modo, la normativa mantiene la prohibición de las madres de alquiler.