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Un coruñés logra ser el primer abogado ciego que trabaja en la Administración

a. p. |madrid

SOCIEDAD

Número dos en la oposición, no tuvo que recurrir a los puestos reservados para minusválidos

07 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Héctor Cuesta, un abogado nacido en A Coruña hace 30 años e invidente desde los 14, se convierte hoy en el primer letrado ciego que trabaja en la Administración pública en España, concretamente en el Ayuntamiento de Madrid, tras aprobar con el número dos la oposición que le permitía acceder a la asesoría jurídica del Consistorio capitalino. El alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, recibió ayer a Cuesta, junto con los otros once nuevos abogados (cinco hombres y seis mujeres) que integran la segunda promoción de la asesoría jurídica del Consistorio madrileño, y lo puso como ejemplo de superación en esta sociedad. El regidor destacó que logró la plaza por turno ordinario de oposiciones y no a través de las plazas reservadas para minusválidos (un cupo del 5%). Gallardón agregó que el trabajo de los letrados tendrá una «doble faceta», por un lado como funcionarios públicos, velando por los intereses del Ayuntamiento y contribuyendo a que esté al servicio de todos los ciudadanos y, por otro, como asesores en Derecho, ateniéndose «al principio de libertad de conciencia e independencia profesional». Cuesta se quedó ciego tras sufrir diversos problemas visuales en la niñez. A pesar de ello, terminó la carrera de Derecho en 1998, y desde entonces ha preparado oposiciones para letrado del Estado y de la Comunidad de Madrid. Este letrado gallego espera que su caso anime a otras personas con minusvalías a superarse a la hora de estudiar y lograr un empleo, aunque precisó que lograrlo depende finalmente de muchos factores, entre ellos el estudio, las características de cada persona y la capacidad individual. Durante el proceso de oposiciones, realizó los exámenes escritos mediante un dispositivo que leía lo que él iba escribiendo, mientras que en las pruebas orales estaba en igualdad de condiciones con el resto de los opositores. Ahora, en su nuevo empleo, la ONCE se ha encargado de adaptar la oficina en la que trabajará y los medios que necesita.