El Papa castiga al fundador de los Legionarios de Cristo por abusos

Íñigo Domínguez ROMA

SOCIEDAD

Ratzinger aclara que no procesará a Maciel por su elevada edad Las supuestas agresiones sexuales se habrían producido contra miembros de la congregación

19 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El Papa ha resuelto de forma expeditiva el polémico caso del padre Marcial Maciel, el sacerdote mexicano de 86 años fundador de los Legionarios de Cristo, grupo ultraconservador nacido en 1941, y acusado de abusos sexuales por ex miembros de la congregación desde hace ocho años. Los abusos, sin embargo, se habrían producido en la década de los cincuenta. Con un nuevo estilo que supone una ruptura respecto a Juan Pablo II, el Vaticano ha anunciado en una nota que no procesará a Maciel por su avanzada edad, pero le invita «a una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a cualquier ministerio público». Es decir, se debe recluir y no podrá dar misa, clases, conferencias o entrevistas. «El Santo Padre ha aprobado estas decisiones», concluye el comunicado para dejar claro que el Papa en persona está detrás de la orden. Es un texto demoledor si se lee entre líneas, para lo que es la retórica vaticana, que termina reconociendo la labor de los Legionarios de Cristo «independientemente de la persona del fundador». Reacción de los legionarios Los legionarios, que siempre han rechazado las acusaciones, aceptaron ayer la decisión «con profundo espíritu de obediencia». El fundador ha reiterado su inocencia «y siguiendo el ejemplo de Jesucristo, ha decidido no defenderse» han explicado en la organización. La decisión de la Santa Sede es tardía y de poco efecto práctico, pues Maciel está muy mayor, su actividad pública es escasa y hace un año que fue relevado como superior de los legionarios. Sin embargo, tiene un gran impacto simbólico y es un cambio notable si se piensa que Wojtyla dejó dormir el asunto durante años. Es más, abrazó públicamente a Maciel en una audiencia a los Legionarios para celebrar el 50 aniversario de la ordenación del fundador, en noviembre del 2004. Maciel tiene grandes amigos en el Vaticano y su congregación se ha expandido a 18 países, cuenta con 600 sacerdotes y una universidad en Roma, entre otros centros. ?Nueva disciplina Juan Pablo II potenció y protegió durante su mandato a los nuevos grupos eclesiales surgidos en el siglo XX. No obstante, Benedicto XVI no se casa con nadie y se ha distinguido por un deseo de poner orden en la Iglesia, de hecho recién nombrado Papa ya amonestó a los neocatecumenales por sus excesos creativos en la misa. En su famoso sermón del vía crucis, días antes de la muerte de Wojtyla, Ratzinger tronó contra «la suciedad que invade la Iglesia» y advirtió de la necesidad de una limpieza. Ratzinger fue quien, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, desempolvó en 2004 el expediente de Maciel, que los legionarios declaraban cerrado. Como claro síntoma del cambio de aires, la primera decisión del nuevo prefecto de Doctrina de la Fe, William J. Levada, fue el severo castigo impuesto al padre Burresi, fundador de los Siervos del Corazón Inmaculado de María, también acusado de abusos.