El Papa alimenta la esperanza de los polacos de lograr una rápida santificación de Juan Pablo II

Maja Czarcnezca CRACOVIA

SOCIEDAD

27 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El Papa Benedicto XVI colmó ayer las expectativas de los miles de fieles polacos reunidos en el santuario de Kalwaria Zebrzydowska al dejar entrever la rápida canonización de su predecesor Juan Pablo II, ya venerado como un santo en su Polonia natal. «Me gustaría decir que la providencia nos conducirá pronto a la beatificación y canonización de nuestro muy amado papa Juan Pablo II», declaró Benedicto XVI en italiano, en un comentario espontáneo que no figuraba en la versión oficial de sus discursos. Ratzinger realizó esta declaración durante el tercer día de su viaje a Polonia, el país natal de su predecesor, mientras visitaba el santuario de Kalwaria, uno de los lugares de oración favoritos de Karol Wojtyla desde su niñez. Espera «Todos lo esperamos y sobre todo, nosotros, los polacos», reaccionó tras la ceremonia papal un monje franciscano allí presente, el padre Elzear. Gran lugar de peregrinación desde el siglo XVII, el santuario de Kalwaria está a unos 30 kilómetros de Cracovia, la ciudad donde Karol Wojtyla vivió la mayor parte de su vida, hasta ser nombrado Papa, en 1979. La primera vez que Juan Pablo II fue a Kalwaria fue cuando tenía nueve años, después de la muerte de su madre, Emilia. Después, «vino a menudo, vestido con un abrigo verde y una gorra negra y caminaba solo por las colinas», recordó Roman Nowak, un habitante del pueblo cercano que ahora tiene 45 años y que era un niño cuando veía al Papa Wojtyla. Poco antes, en una visita sentimental a Wadowice, la ciudad natal de Juan Pablo II, Benedicto XVI volvió a rezar ante las 25.000 personas allí reunidas para que el Papa polaco «sea rápidamente elevado a la gloria de los altares», según la expresión usada para designar la canonización. Proceso rápido Fuertemente pedido por los católicos de todo el mundo desde su muerte, el 2 de abril de 2005, el proceso de beatificación de Juan Pablo II fue abierto pocas semanas después de su fallecimiento, por iniciativa de su sucesor, sin esperar los cinco años habitualmente requeridos por el derecho canónico. La beatificación es una etapa previa e indispensable para ser canonizado, es decir, para convertirse en un santo de la Iglesia católica. Por el momento, el papa Ratzinger no ha dado señal alguna de querer acortar un proceso que puede durar años. Los cuatro días de viaje papal a Polonia concluyen hoy en el ex campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau.