La designación de Katharine Jefferts amenaza con causar un cisma El nombramiento se produjo en medio de un debate sobre la ordenación de prelados gais
19 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.La Iglesia episcopal de Estados Unidos, que es la rama norteamericana del credo anglicano, eligió el domingo por primera a vez a una mujer, Katharine Jefferts Schori, como su líder espiritual, una decisión sin precedentes que anticipa una turbulencia en la comunión anglicana similar a la que también produjo la ordenación de un obispo que se declaró abiertamente homosexual. La elección de Jefferts se produce 30 años después de que esta confesión, con 2,3 millones de fieles, aprobara la ordenación de una mujer como sacerdotisa. La selección de Jefferts Schori como obispo principal probablemente provoque controversia, porque la mayoría del resto de las comunidades anglicanas, incluida la Iglesia de Inglaterra, no permiten que las mujeres sean obispos. «Será una gran aventura», dijo Jefferts Schori, de 52 años, quien es bióloga y oceanógrafa, y enseñó estudios religiosos en la Universidad estatal de Oregón, antes de su ordenación en 1994. Sin embargo, el reverendo David Anderson, presidente del conservador Consejo Americano Anglicano, criticó la elección y dijo que Jefferts Schori carece de experiencia. La obispo de Nevada fue elegida en la quinta votación, por un apretado margen de 95 votos a favor y 93 en contra, en un congreso episcopal celebrado en una catedral del centro de Columbus (Ohio), imponiéndose a los otros seis candidatos, todos varones. La mujer fue designada para un mandato de nueve años y sucederá en el puesto al actual responsable de la rama estadounidense del credo, Frank T. Griswold, cuyo tiempo al frente de la congregación concluye este año. La elección de Schori se produjo en medio de un debate de los delegados a la convención general sobre la ordenación de obispos homosexuales. Polémica anterior La mayoría de los obispos estadounidenses apoyaron hace tres años en una convención la consagración de Gene Robinson, el primer prelado que se ha declarado gay en los 450 años de la Iglesia anglicana. Este credo, que tiene 77 millones de miembros en todo el mundo, es un amplio grupo de iglesias en 164 países que toma sus decisiones por consenso.