Las mariquitas, las de dos o las de siete puntos, son fáciles de controlar bajo los invernaderos, y su voracidad para librar huertos e invernaderos de pulgones -cada una come cientos al día- no tiene precio. O sí. Porque grandes y pequeñas empresas de biotecnología se han lanzado a la cría selectiva de estos insectos, además de avispas o ácaros depredadores que ofrecen a vuelta de correo. Gigantes de los fitosanitarios como Syngenta comercializan hasta 17 depredadores de bichos que arruinan vegetales y flores. La cría de insectos funcionales es pujante en Alemania, debido a su importante sector agroecológico, pero en España, desde Almería, el paraíso de los invernaderos, Agrobío vende distintas avispas, mariquitas y chinches para las larvas, cochinillas y pulgones que comen o perforan las plantas. Y en Málaga ha surgido una nueva empresa, Insecta, que también vende mariquitas. En Galicia Fauna Útil comercializa desde Tomiño estas soluciones, además de las colmenas de abejorros para polinización. Entre otras firmas gallegas, la pontevedresa Agronerga está especializada en el control y erradicación de plagas pero el ingeniero Alberto Rilo reconoce que los controles biológicos en este tipo de cultivos son aún anecdóticos. Otro recurso es la bacteria Bacillus thuringiensis que produce una toxina mortal para las plagas.