PARECE que al fin todo el mundo lo tiene claro: el cambio climático existe, es mucho peor de lo que se pensaba e incluso podemos hacer proyecciones de la nueva vida que nos espera. Habrá menos lluvia en primavera; se adelantará el verano; viviremos más días secos y más días de lluvias torrenciales... Cuanto antes nos preparemos, mejor para todos. Así que, ya que los científicos se encargan de los temas trascendentales, humildemente propongo que se revise el refranero popular para legar a las generaciones venideras algunas frases sabias y contundentes sobre el clima. Nada de «En abril aguas mil». Ahora podía ser algo así como «En abril no se moja ni el perejil». Y aquello de «Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo» debería ir transformándose en «El 40 de mayo se asfixia hasta el gallo». Algunos aforismos de la sabiduría popular ya están francamente obsoletos. Por ejemplo, ante el paulatino retraso en la llegada del frío no sé porque no se ha cambiado ya el «A todo cerdo le llega su San Martín» por «A todo marranón, le llega su puente de la Constitución». O el popular «Por San Blas, la cigüeña verás» al ya real «Por San Blas, de la cigüeña te aburrirás». Dado el efecto del cambio climático sobre las aves, éste refrán deberá ser sustituido allá por el año 2080 por algo del estilo «Nunca verás cigüeña, ni grande ni pequeña». Pero bueno, tampoco hay que alarmarse tanto por la evolución del planeta y el medio. De momento, podemos ir retocando los refranes y dichos más perentorios. Total, cuando llegue el año 2080 ya se encargarán otros. Nuestros hijos, tal vez.