La cautiva de Cancún se desnuda en una revista

E. V. Pita VIGO

SOCIEDAD

La peluquera de Arcade arranca con su desnudo la carrera del famoseo .

08 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

Ana María Ríos, la turista gallega encarcelada en México en octubre durante su luna de miel, dio un paso más camino de la fama. Ayer, la peluquera de Arcade sorprendió por partida doble. Primero, vio cumplido uno de sus sueños al posar en toples para la portada del semanario Interviú donde ella describe su odisea en la cárcel de Cancún en un reportaje ilustrado. «Me avergüenza más que toda España me viera esposada que desnudarme», relata. Y, en segundo lugar, ha contratado a una agente que representa a famosos en Madrid para que gestione sus exclusivas. La recién casada, de 26 años, sólo había intervenido hasta ahora en el programa de Ana Rosa Quintana. En su pueblo, no dan crédito. Desde hace quince días, corría el rumor, pero nadie se lo creía. «Cobró 160.000 euros», aseguran en el puerto de Arcade. Muchas mariscadoras de la villa, como miles de vecinos que en octubre salieron a la calle para exigir su libertad, se sienten defraudadas. «Se quere cartos, que veña mariscar un día con nós», afirma una pescantina. «Ella se aprovecha del pueblo», critica un mecánico naval. «Cada uno hace lo que quiere con su cuerpo, pero la reputación no tiene precio», dice la barquera María del Mar Balboa. Pero nadie niega que «sale guapísima», aunque añaden que «algo retocada». Tal es el interés que un quiosco cercano a la peluquería agotó los 60 ejemplares a la venta, cinco veces más que una semana normal. Han pedido 20 más. En Internet, la noticia recogida en la web de La Voz registró 20.000 visitas en apenas unas horas. El teléfono móvil de la peluquera más famosa de Arcade ha cambiado de manos. Ahora lo contesta su hermana Pamela, quien advierte que Ana María sólo habla a través de su representante, Edith. Mientras entraba ayer en un plató, la mánager explicaba por teléfono que aún no tiene decidido cómo ordenará la agenda de su cliente ni a qué programas acudirá. «Ella es el personaje, pero yo soy la que meditaré cuáles son las ofertas más serias. Si va a televisión o no tendremos que estudiarlo», afirmaba Edith. E indicó que, a lo largo de todo el día, habían sido «bombardeadas» con llamadas de los medios. ¿Por qué decidió dar este salto mediático? Su marido, Marcos Dasilva, lo explicaba ayer a La Voz: «Exclusivamente, por motivos económicos». La propia Ana María Ríos se adelantaba a las posibles críticas y recordaba en su reportaje que la Xunta le había prometido ayuda para pagar a su abogado 30.000 euros. Ayuda que nunca llegó. La embajada tampoco correrá con esos gastos. Ella explica en su relato que le costó casi 2.000 euros la prueba pericial para demostrar que sus huellas dactilares no estaban en los casquillos que la policía del aeropuerto de Cancún le incautó en su maleta. «¿La gente que me critica me va a pagar la hipoteca?», se defiende en el reportaje.