Marcos Dasilva, el marido de Ana María Ríos, defendió ayer a su esposa de las críticas vertidas por varios vecinos de Arcade y tertulianos que la acusan de beneficiarse de la desgracia al cobrar por posar para la revista Interviú. Dasilva, un marmolista que trabajaba ayer para una empresa de camiones de Vigo, replica a quienes se oponen a las fotos que «le han preguntado a los tontos del pueblo; había uno que pedía que ella donase a la villa una rotonda. Dicen que el pueblo hizo mucho por ella, pero lo único fue ir de manifestación». El marido asegura que su esposa está ausente. «Se fue de viaje para desaparecer, quiso alejarse y está asombrada del éxito porque no se lo esperaba. Esto es cosa de ella, yo me mantengo al margen y estoy currando». Sobre la deuda de los abogados que la sacaron de la prisión de Cancún, comenta que «pagamos poco a poco». Hablará el lunes Ana María no hará declaraciones hasta el lunes. La turista gallega encarcelada en México guardará silencio mientras descansa y medita sobre las ofertas para hablar en programas de televisión. Así lo confirmó ayer su representante artística, Edith Pérez, quien tiene en cartera a Ángel Garó, la viuda de Joaquín Prat o Sheila Morales, hija de Rocío Dúrcal. La mánager nutre de personajes a magacines como ¿Donde estás corazón? y el de Ana Rosa Quintana. La intermediaria indicó que el lunes -fecha de la publicación- fue un «día especial» para la peluquera de Arcade, quien «quiere descansar y estar tranquila una semana». Esta la calificó de «chica superdulce, inteligente y que sabe estar». Ha recibido una «avalancha» de llamadas de los medios de comunicación y promete que todos serán atendidos. Respeta las críticas y dice que la mitad son favorables. La noticia de las fotos en la web de La Voz registró 35.000 visitas, el triple que con los incendios. | e. v. pita