
Crónica
04 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.Comienza la música y los focos apuntan a cinco modelos que pasean con garbo por la pasarela de una de las ferias de moda más importantes de Europa, la Bread?&?Butter, que tiene lugar en Barcelona. Al observar su andar ligero y felino nadie diría que caminan sobre unas zocas gallegas con un tacón que supera los 12 centímetros. Son las zocas diseñadas por el lucense Manuel Bolaño, que con tan sólo 23 años no hace más que recibir elogios por su proyecto final de estudios, Miñas Celsas, colección inspirada en la mujer gallega de finales del siglo XIX. «Quería hacer un complemento de alta costura que combinase con la ropa que diseñé, así que se me ocurrió coger estos tradicionales zapatos y darles un toque de lujo y modernidad», comenta el joven diseñador. Las manos expertas de Alberto Geada, artesano de zocas, dieron forma a la idea de Bolaño y el fruto fue este incómodo pero estilizado calzado. «Las modelos tuvieron que practicar una semana antes para poder andar con soltura», reconoce Bolaño. En el desfile, una de las chicas revela que «el secreto está en ponerles unos calcetines o algodones en la punta». El lucense es consciente de que estas piezas están reservadas sólo para pasarelas. Miñas Celsas están pensadas para una mujer que quiera ir muy elegante y, al mismo tiempo, sentirse especial. «En ellas utilizo elementos como el traje regional gallego o el camisón de boda de nuestras abuelas y los llevo a la alta costura y a la modernidad». Después de este éxito, Manuel Bolaño, que acaba de graduarse en la Escuela Superior de Diseño y Moda Felicidad Duce, en Barcelona, confiesa que la Ciudad Condal ya se le queda pequeña. París o Amberes son sus posibles destinos, aunque por el momento su colección ha tenido tan buena acogida que lo han seleccionado para todos los desfiles a los que se ha presentado en España.