Las investigaciones de la paleontóloga gallega sobre más de 5.000 fósiles de dientes de homínidos indican que los primeros pobladores de Europa provenían de Asia
08 ago 2007 . Actualizado a las 22:25 h.madrid | Es gallega, tiene 33 años y estudió Medicina en la Universidad de Santiago. Allí realizó su tesis doctoral sobre evolución humana, «concretamente sobre la evolución del aparato dental», como matiza. Y precisamente el análisis de más de 5.000 fósiles de dientes de homínidos de tres continentes, realizado en cinco años y que fue el sustrato de su tesis, ha llevado ahora a la paleontóloga María Martinón-Torres a defender una teoría revolucionaria: que la colonización humana de Europa no provino de África sino de Asia. La investigadora del Centro Nacional sobre Evolución Humana, con sede en Burgos, defiende que aunque el continente africano es importante como centro de especiación, Asia no lo es menos, sobre todo en lo que respecta a los primeros pobladores de Europa. La revista Proceedings of National Academy of Science (PNAS) acaba de publicar su hallazgo.
?¿En qué consiste exactamente su teoría?
?El artículo científico recoge las principales conclusiones de mi tesis doctoral, y la más importante de ellas es que hay que considerar que es más probable que las primeras poblaciones europeas tengan un origen asiático y no africano, como se aseguraba hasta ahora.
?Suena revolucionario.
?Lo es, porque cambia las relaciones entre homínidos, pero también la visión sobre las migraciones. Pensamos que son muy direccionales, como si los homínidos fuesen turistas, y salieran de un país y no pudieran volver a él. Hasta ahora se creía que nuestra especie sapiens había salido de África y se había expandido. Pero vemos que no, que los homínidos pueden moverse tanto de África a Asia como al revés, o desde un extremo de Eurasia al otro.
?¿De dónde arranca ese planteamiento?
?Del análisis comparativo de la morfología de los dientes de todos los homínidos fósiles que se conservan en el mundo. Hemos analizado más de 5.000 y lo que hemos visto es que las poblaciones que tenemos en Europa se parecen más a las de Asia que a las africanas. Y si comparten caracteres, significa que tienen un origen más común, y que no vienen de África, sino que dentro de la propia Europa hubo migraciones.
?¿Pueden coexistir la teoría de África y la suya?
?Sí, sí. Lo que nosotros planteamos es que hay que empezar a pensar que al estudiar la evolución humana no sólo África es en exclusiva la cuna de la humanidad, sino que Europa tiene su propia historia, independientemente de lo que haya sucedido en otros continentes, al menos en un período largo como es el Pleistoceno, donde encontramos que los primeros colonizadores de Europa venían de Eurasia. Además, en el continente africano las especies no sólo podían salir, sino también entrar.
?Ahora está en Georgia, ¿en la misma investigación?
?Sí. Participo desde hace cinco años en una excavación en la que se localizó en su día un hallazgo revolucionario y que supuso que se desviara el foco de atención de África. Eran restos humanos de al menos 1,8 millones de años. Se le llamó homo georgicus y su localización no encajaba en el puzle, porque suponía encontrar homínidos fuera de África mucho antes del momento en que se suponía que la habían abandonado.
?¿Y cómo se explicaba?
?En la última década han aparecido en nuestro continente nuevas especies, como el homo georgicus o el antecessor de Atapuerca, y no encajaban. Por eso se creía que eran migraciones aisladas, pero no parece que sea así, ya que ahora sabemos que no veían de África, sino de la propia Eurasia.
?Supongo que su teoría será también determinante en los hallazgos de Atapuerca.
?Sí. Yo participo en las excavaciones desde hace diez años y este verano se ha encontrado un diente humano de 1,2 millones de años, el resto humano más antiguo de Europa. Esto confirma la teoría de que el continente tiene una historia evolutiva propia, no secundaria a África.