El coste de la clase práctica de conducir en la capital coruñesa es un 59% más bajo que la media nacional ?-12 euros frente a 29- según un estudio realizado por la revista Consumer Eroski.
La investigación fue llevada a cabo por técnicos de la publicación que, haciéndose pasar por clientes interesados en conseguir el permiso de conducir B1, acudieron a 200 autoescuelas repartidas en 18 capitales españolas y pone además de relieve que las autoescuelas coruñesas ocupan el segundo lugar, tras las de Granada, en lo que se refiere al coste medio de sacarse el carné, que asciende a 513 euros. Esta cantidad supone casi la mitad del precio en el ámbito nacional (949 euros). Dicho coste se basa en el supuesto de que el alumno reciba 20 clases prácticas y apruebe el examen a la primera.
Además, y como expone el estudio de Consumer Eroski, en el desglose de los conceptos que se incluyen en ese precio medio final se observa que la tendencia en A Coruña es distinta a la de las ciudades analizadas en el resto de España; así, en la capital coruñesa el 68% del coste recae sobre la matrícula, mientras que en el ámbito nacional el precio de este concepto sólo supone el 30% del desembolso total. Esto se debe principalmente a que ocho de cada diez escuelas consultadas en la ciudad herculina incluían las clases prácticas en la matrícula (al menos entre 15 y 20 sesiones).
Sin embargo, y a pesar de lo económico de las tarifas, el precio de las autoescuelas de A Coruña ha experimentado una subida del 11% con respecto al coste medio calculado en una estudio similar realizado por la misma revista hace cinco años, lo que supone un incremento muy superior al registrado en el conjunto de España, de apenas el 1%.
Por otro lado, la comparación entre los precios ofertados por los distintos establecimientos de A Coruña señala que elegir una autoescuela u otra puede conllevar para el interesado un ahorro de hasta el 31%, si bien en el ámbito español este porcentaje se incrementa en tres puntos.
Obviamente, el precio final del permiso está muy determinado por el número de sesiones prácticas que precise el alumno para aprender a conducir. Según señalan las propias autoescuelas, la media de clases a las que suele acudir un alumno cuando no tiene conocimientos sobre conducción es de 25.