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Los restos de «Lucy», el homínido más antiguo, inician una polémica gira en Tejas

Tatiana López

SOCIEDAD

01 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

¿Es lícito que un país obtenga beneficios económicos a costa de poner en riesgo descubrimientos históricos?, ¿deben los museos establecer límites éticos cuando tratan con piezas irreemplazables? Cuestiones como estas rodearon el pasado martes la presentación en el Museo de Tejas del fósil Lucy, considerado como la pieza antropológica más famosa del mundo. Con una antigüedad que ronda los 3,2 millones de años, los restos de este homínido, que se exhibe al gran público desde ayer, viajarán por EE.?UU. durante los próximos tres años como parte de una gira que ha levantado la indignación entre la comunidad científica.

A pesar de que el tour ha sido autorizado por el Gobierno de Etiopía, al que pertenece el disputado esqueleto, destacados paleontólogos iniciaron hace ya meses una cruzada con el objetivo de advertir sobre la inconveniencia de trasladar a Lucy fuera de su país de origen.

Entre las razones que son aducidas por los científicos destacan el delicado estado de los huesos del animal, así como el peligro de que se deteriore a consecuencia de la iluminación artificial. «Este tipo de especímenes biológicos son para la ciencia y deben permanecer en sus fronteras», aseguró el investigador Richard Leakey. La polémica que se ha suscitado en torno al asunto alcanza tal dimensión que incluso varios museos, como el prestigioso Smithsonian de Washington o el Museo de Ciencias Naturales de Nueva York, se han negado a exhibir a Lucy por miedo a dañar los 52 restos que componen el esqueleto. Descubierta en 1974 a 150 kilómetros de la localidad etíope de Adís Abeba, Lucy debe su nombre a la famosa canción de los Beatles Lucy in the sky with diamonds, melodía que sonaba mientras los investigadores realizaron el descubrimiento. El esqueleto, de una hembra de unos 20 años y con poco más de un metro de altura, cobraba importancia mundial al descubrirse su capacidad bípeda, símbolo evidente de una evolución hacia la hominización.