Mariah Carey, Shaquille O'Neal o Paris Hilton son algunas de las celebridades que la consumen.
04 nov 2007 . Actualizado a las 15:55 h.La escasez de agua en el mundo hace a algunos pensar en que en el futuro se pueda convertir en un artículo de lujo y de hecho ya se envasa este líquido con precios sólo al alcance de los más pudientes, 50 euros la botella para un producto que ha causado sensación en los círculos más chic.
Este agua más cara se llama «Bling H2o», ideada por el famoso productor de Hollywood Kevin G. Boid y sacada al mercado de lujo por ese «módico» precio.
Contiene 380 mililitros del líquido elemento y se puede encontrar hasta el próximo martes en la Feria del Vino y la Denominación de Origen que se celebra en Torremolinos (Málaga), donde se presentan aguas adecuadas para acompañar el vino.
Valeria Dacosta, representante de una de las distribuidoras de esta agua en España, ha explicado a Efe que «Bling H2o» se vende más como un regalo de colección, aunque señala que algunos personajes famosos como Mariah Carey, Shaquille O'Neal o Paris Hilton la consumen.
«Bling» es el máximo exponente de la exclusividad, su botella glaseada de producción limitada ha sido decorada a mano con cristales de Swarovski para acompañar a un agua extraída a más de 800 metros de profundidad de un manantial en Smokey Mountains en el estado norteamericano de Tennessee.
Dacosta indica que se trata de un agua con una pureza excepcional, pero que lo que encarece el producto es el recipiente exclusivo con un diseño único y un tapón de corcho con un encapsulado especial.
No obstante para bolsillos más modestos esta empresa proporciona otro tipo de aguas, denominadas «super premium», también exclusivas, que están causando furor entre las celebridades y que se incluyen en las cartas de los establecimientos más selectos con precios que oscilan entre los 6 y los 10 euros la botella.
Se trata de líquidos de la más variada procedencia como el agua «Wattwiller», que se origina en una protegida área montañosa en el parque natural de Ballons des Vogues en Francia, o «Cloud Juice», procedente de Tasmania y compuesta por 9.750 gotas de agua pura de lluvia.
Valeria Dacosta ha explicado que «lo ideal para acompañar un buen vino es que (el agua) sea lo más neutra posible», aunque ha precisado que «cada una tiene pequeños matices que pueden potenciar uno u otro sabor», y ha apuntado que la temperatura ideal para su consumo es de entre 5 y 10 grados.
Otras marcas de agua son ideales para acompañar bebidas alcohólicas como el whisky y en este caso la preferida por los entendidos es la «Speyside Glenlivet», que surge en los manantiales escoceses de Glenlivet, donde desde hace más de 200 años se instalaron las destilerías de este licor.
Esta tendencia de aguas, que ya está completamente consolidada en Estados Unidos o Francia, se está extendiendo, según Dacosta, muy rápidamente por España.