Un restaurante inspira su menú en platos de películas famosas con motivo del Festival de Málaga
04 abr 2008 . Actualizado a las 19:01 h.El hijo de la novia, Sin reservas, Comer, beber y amar y Ratatouille son cintas con escenas en las que aparece o se alude a algunas comidas y que han servido de inspiración a un restaurante para cocinar un «menú de cine», con platos «de película», con motivo del Festival de Málaga.
Gambas con guisantes, vinagreta de dulce de leche y germinados, Ratatouille con huevo a 60 grados y polvo de jamón, Entrecot al grill con verduras y Tiramisú son algunos platos del menú, acompañados de champán y vinos rosados y de la denominación de origen Sierras de Málaga.
Carlos Carrizo, jefe de cocina del restaurante malagueño Alea, afirma que han reproducido fielmente alguna de estas exquisiteces servidas por el celuloide, como el entrecot de Sin reservas, mientras que han hecho su interpretación de un plato como el de las gambas con guisantes de Comer, beber y amar.
A Ratatouille, de la película del mismo nombre, le han introducido su toque de «modernidad» y al tiramisú de El hijo de la novia le han cambiado la textura.
Esta iniciativa coincide con el comienzo hoy del Festival de Cine Español de Málaga, que llena durante nueve días la ciudad de caras conocidas.
Con la alfombra roja ya extendida, los fogones de este establecimiento han conseguido dar forma a este peliculero menú, para el que han visto estos largometrajes y han efectuado averiguaciones a través de Internet hasta conseguir su objetivo.
Para ir haciendo la boca agua, el plato Ratatouille, que evoca la película de Disney sobre las andanzas de un ratón en París, es un estofado de verduras francés parecido al pisto, pero «modernizado» al acompañarse de «un huevo cocinado a baja temperatura, 60 grados, durante una hora; lo que permite casi la coagulación de la clara, que queda transparente, y la yema líquida» y, al mezclarlo con aceite, se logra la cremosidad.
El encargado de esta cinematográfica cocina ha destacado que el entrecot se basa en una escena importante de Sin reservas, donde Catherine Zeta-Jones interpreta a una chef de un exclusivo restaurante neoyorquino que busca la receta del amor para su vida.
Aquí, por lo pronto, lo que se encuentra son multitud de sabores.