El Senado de EE. UU. aprueba una ley contra la discriminación genética

Tatiana López

SOCIEDAD

26 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El Senado de EE.?UU. aprobó el pasado jueves una ley que prohíbe la discriminación genética en las empresas y en las aseguradoras médicas, una decisión que podría afectar a millones de trabajadores. La nueva norma, secundada por 95 votos a cero, pretende, entre otras cosas, evitar que los empleados puedan ser despedidos en virtud de su predisposición a la enfermedad. Aunque la ley todavía debe contar la próxima semana con el consenso de la Cámara de Representantes y ser rubricada posteriormente en el despacho de Bush, ambas partes han hecho público su apoyo a la iniciativa.

Considerado como uno de los pasos más importantes en la lucha por los derechos individuales, esta regulación exige que solo los pacientes y los médicos puedan tener acceso a las llamadas pruebas genéticas, cuyo objetivo es determinar las posibilidades que tiene una persona de desarrollar enfermedades como el cáncer o el alzhéimer.

La restricción pretende evitar que tanto las empresas como los seguros médicos puedan utilizar esta información para despedir, rebajar de categoría o aumentar la póliza de cualquier empleado. «La discriminación basada en la identidad genética de un individuo es tan inaceptable como la que está motivada por cuestiones raciales o religiosas», recalcó el senador demócrata Edward Kennedy, uno de los impulsores de la ley y presidente del Comité de Salud de la Cámara alta. En su opinión, esta «es la primera declaración de derechos civiles en este nuevo siglo de la ciencia de la vida».

Erigido como uno de los temas más polémicos al norte de Río Bravo, la costumbre de las aseguradoras de excluir de sus programas a personas con posibilidades de enfermar era denunciada por el realizador Michael Moore en su último documental, Sicko. Concretamente, Moore consiguió pruebas sobre la forma en que muchas empresas se niegan a dar cobertura a cualquier persona con antecedentes de cáncer en la familia.

Esta situación llevaba a muchas personas a evitar las pruebas genéticas, ante el temor de ser rechazados por su empresa por posibles problemas.

Con la nueva medida se espera, además, potenciar la medicina preventiva. Según una de las defensoras de la iniciativa, la republicana Louise Slaughter, «prohibiendo el mal uso de esta información individual lograremos que muchos ciudadanos se hagan las pruebas necesarias para el adecuado diagnóstico precoz y el tratamiento de las patologías que tienen origen genético».

Sin embargo, la medida también ha encontrado oposición en diversos sectores. Por una parte, varias asociaciones civiles han denunciado que la ley no protege a aquellos que ya están enfermos. Tampoco la Cámara de Comercio del país, que agrupa a tres millones de empresarios, está contenta con una medida que, según han dicho, «solo va a aumentar el papeleo y las denuncias».