El «Queen Elizabeth 2», que será reconvertido en hotel flotante tras cuatro decenios de navegación, se despidió ayer de A Coruña y mañana recalará en Vigo
30 abr 2008 . Actualizado a las 12:00 h.El trasatlántico Queen Elizabeth 2 , un mito de la navegación por sus cuatro decenios de historia y su elegancia británica, se despide para siempre de Galicia. El barco será convertido a finales de este año en un hotel flotante y esta semana realiza su última travesía por la costa atlántica peninsular. Ayer recaló en A Coruña durante diez horas, donde coincidió con el Black Watch , y mañana dejará definitivamente tierras gallegas con una visita a Vigo.
En esta singladura, que partió de Southampton e incluye también escalas en Lisboa y Bilbao, el buque navega con 1.800 pasajeros y un millar de tripulantes, que se llevarán el recuerdo de una A Coruña fría y lluviosa. «Hace mal tiempo, pero es una ciudad muy bonita, espero regresar en otra ocasión», admitía un pasajero que acompañaba a su madre, una mujer de muy avanzada edad que utilizaba una silla de ruedas. «¿Por qué viajo en el Queen Elizabeth 2 ?? -añade-. Porque para mi madre pueden ser sus últimas vacaciones y queríamos que fuera algo especial».
El navío es una joya de Cunard Line, la histórica naviera inglesa y, como subrayó ayer su relaciones públicas, Thomas Quiñones, «puede considerarse que es el último trasatlántico. Con él -subrayó- se acaba una época dorada». Según explicó, después del Queen Elizabeth 2, varió la forma de construir buques de pasajeros, abandonándose la línea clásica de acero negro y quilla en ángulo, en forma de uve. «Los de ahora son cruceros, es distinto, son como ferris y no tienen tanta estabilidad», abundó Quiñones.
Rescate
El Queen Elizabeth 2 , que fue despedido en el puerto coruñés por un grupo de gaiteiros y bailarines, acumula cientos de hitos y anécdotas desde que fue botado en 1969 por la reina de Inglaterra. Desplazó a las tropas inglesas a la guerra de las Malvinas y en un ocasión rescató a un marinero español, quizá gallego, durante un temporal en el Atlántico norte. Ha transportado a un total de 2,5 millones de pasajeros, entre ellos Nelson Mandela, Bush, Jagger o Bowie, y ha realizado 5,5 millones de millas náuticas, equivalentes a trece viajes de ida y vuelta a la Luna. El precio de una travesía oscila entre los 600 euros que se ofertan en estos últimos viajes, en camarotes de seis personas, y los más de 25.000 euros que cuesta un billete de primera clase, con derecho a zonas vip exclusivas.
Tras la actual ruta atlántica, el coloso visitará el norte de Europa, el Mediterráneo y prepara una fiesta final en Nueva York en compañía del Queen Mary 2. Después, enfilará su último viaje rumbo a la isla artificial de Palm Jumeirah, en Dubái, donde echará el ancla de forma definitiva. Ha sido adquirido por la firma Dubai World por 66 millones de euros y será remodelado para su futura función de hotel de lujo y complejo comercial y de ocio. Un museo a bordo recordará en su retiro dorado la historia de este buque legendario.