Las bicicletas son para el verano, pero es imposible disfrutarlas cuando no existe la infraestructura necesaria para tal fin, como sucede en Galicia. Pese a que muchos ayuntamientos están promoviendo el uso de la bici como medio de transporte, en las principales ciudades gallegas solo existen en total 21,89 kilómetros de carriles para ciclistas, distribuidos principalmente en Ferrol y A Coruña.
En Ferrol, con 8 kilómetros de carril bici, existe un servicio municipal de préstamo de velocípedos que cuenta con más de 3.000 usuarios.
Por el contrario, en A Coruña aún no está funcionando el servicio de alquiler prometido hace más de un año. La ciudad cuenta en total con 6,58 kilómetros de vía habilitada para ciclistas, aunque «se espera la realización de un carril bici en el entorno del IES Someso y la Escuela de Imagen y Sonido, a fin de ampliarlo hasta la zona universitaria», asegura un portavoz del Ayuntamiento.
El riesgo de pedalear
La situación no es mejor para los ciclistas de Ourense, quienes deben arriesgarse a pedalear sobre las vías para automóviles, pues no cuentan con ningún carril especialmente habilitado para el uso de los velocípedos, lo que resulta irónico ya que el año pasado se puso en marcha el sistema de préstamo de bicicletas para turistas y residentes.
El único carril bici que existe en Santiago de Compostela fue inaugurado el mes pasado en la calle Berlín de Fontiñas y cuenta con solo 818 metros de longitud.
Para José Manuel Suárez, presidente de la asociación viguesa A Golpe de Pedal, Vigo es una ciudad en la que resulta muy peligroso circular en bici puesto que «no está habilitada, no hay ningún espacio reservado para los ciclistas, ni siquiera pintado, ni hay señalización alguna. Tampoco se permite circular por los carriles bus, que podría ser una buena solución como sucede en otras partes».
Los vendedores de bicicletas también levantan la voz, pues consideran que en las ciudades gallegas podrían realizarse muchos recorridos ciclistas, pero no existe la infraestructura necesaria para garantizar la seguridad de los usuarios.
Arturo Bermúdez, propietario de la tienda Cachaza de A Coruña, asegura que los ayuntamientos deberían «tomar el ejemplo de las ciudades europeas que facilitan el uso de la bici, pues las vías para ciclistas están debidamente señalizadas en el arcén y los automovilistas están obligados a respetarlas».
«He ido a las ferias de comercio en países como Italia y Alemania y he observado que, aún cuando los arcenes son estrechos, existe una línea continua para uso exclusivo de los ciclistas», puntualiza Bermúdez.
A nivel España, el uso de la bicicleta como medio de transporte se ha incrementando considerablemente por ser un medio limpio, rápido y económico.
Tan solo en Madrid existen 151 kilómetros de vías para bicis y en Barcelona, con más de 30.000 ciclistas, los circuitos habilitados de carril suman más de 100 kilómetros.
Los andaluces no se quedan atrás y pueden disfrutar de los 77 kilómetros de vía que se encuentran distribuidos en ocho itinerarios de Sevilla.