En la jornada de hoy los miles de peregrinos en Sidney han asistido a las catequesis.
16 jul 2008 . Actualizado a las 20:59 h.Los trabajadores del zoo de Sídney han mostrado hoy al papa Benedicto XVI una muestra de animales típicos australianos, como el canguro, un koala y una serpiente, aunque todos eran cachorros o de pequeñas dimensiones.
Los empleados del zoo llevaron los animales hasta la residencia en la que Benedicto XVI pasa unos días de descanso en las Montañas Azules, cerca de Sídney, antes de incorporarse mañana a los trabajos de la Jornada Mundial de la Juventud. Además del canguro, el koala y la serpiente, el Pontífice pudo observar un papagayo y un cocodrilo, también pequeños. Los trabajadores regalaron, además, al Papa un koala, que junto con el canguro son probablemente los animales más característicos de Australia, aunque el que le ofrecieron era de peluche.
Catequesis en Sidney
Por su parte, arzobispos y cardenales católicos han impartido hoy catequesis multitudinarias a los miles de peregrinos que participan en Sídney en la XXIII Jornada Mundial de la Juventud, a la que se unirá el Papa mañana.
El arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares Llovera, se dirigió en el barrio de Moorebank a un grupo formado mayoritariamente por personas de habla hispana y a australianos, muchos de los cuales eran de origen mediterráneo. «Cañizares hizo un discurso muy cuidado, como siempre, y compartió la barbacoa de rigor con la gente de la parroquia», explicó a Efe el coordinador de la organización de la Conferencia Episcopal española para estas Jornadas, Fidel Mateos.
El presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar (CEAS) y arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio Barrio, catequizó en la Casa de la Opera de Sídney.
En Mascot , la catequesis fue dirigida por el obispo auxiliar de Madrid y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, a diez grupos, cada uno de un país latinoamericano.
Los venezolanos Pablo, que reside en Madrid, y Lainett explicaron que cada grupo cantó una canción para los demás, algunos les enseñaban gestos de acompañamiento y cada uno se inventaba sus propias dinámicas o juegos. Mateos señaló que, a pesar de que las catequesis se celebran en lugares tan distantes de Sídney, «los peregrinos están encantados porque no es un evento masivo, es más pequeño que en otras ocasiones y están muy cómodos».
Cada parroquia o grupo de peregrinos ha sido asignado a un servicio de catequesis cerca de la iglesia, la escuela o el lugar donde se hospeda en todos los barrios de los alrededores de Sídney, un área que ocupa 1.735 kilómetros cuadrados.
La organización española tuvo que cancelar una reunión que organizaba para los aproximadamente 4.200 peregrinos españoles porque no halló una iglesia con la capacidad suficiente para albergarlos. Al finalizar la mañana, que fue destinada «al silencio y la reflexión», según dijeron los organizadores, las celebraciones recobraron el carácter festivo y tomaron de nuevo las calles de la ciudad.
Ambiente festivo
Los españoles se unieron a los italianos, que celebraron un encuentro multitudinario en el Darling Harbour; la comunidad chilena de Sídney se congregó en la Parroquia de Todos los Santos, en el barrio de Liverpool; y los grupos más pequeños se distribuyeron en numerosos eventos en toda Sidney.
Una serie de conciertos tomaron el área de Barangaroo, en Darling Harbour, Hyde Park y el enorme parque del Domain, en el centro de la metrópoli.
Los peregrinos continuarán los festejos esta noche, mientras esperan la llegada mañana del papa Benedicto XVI desde su retiro en las Montañas Azules, en las afueras de Sídney.