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La ropa de Bershka llega a Second Life al mismo tiempo que a las tiendas

Beatriz López

SOCIEDAD

28 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los modelos de la nueva temporada de Bershka estarán en Second Life -un mundo virtual, un remedo de la civilización occidental, creado en Internet en el 2003- al mismo tiempo que en las tiendas que la marca tiene distribuidas por todo el mundo, el real.

Bershka, una de las marcas para jóvenes de Inditex, una empresa reconocida por su extraordinaria capacidad para llegar con su ropa antes que nadie y más lejos, nació en abril de 1998. Hoy cuenta con 541 establecimientos en 35 países. Hace alrededor de un año que Bershka abrió isla en Second Life (una isla es el territorio que cada firma o particular crea en el mundo virtual). Y en la isla, una tienda.

Desde el principio, la isla fue un éxito. Tiene un público fiel, de perfil muy definido -mujeres jóvenes de 15 a 25 años; aunque también hay chicos-, que viste las últimas tendencias de la moda. La isla (y la tienda) cuenta con miles de entradas en busca de las novedades de la firma.

Bershka fue la primera marca española del sector en abrir una tienda en Second Life. Aquí, los avatares (cada usuario elige su personaje virtual en 3D, humano o no) pueden vestirse con las prendas de la última colección, escoger ropa para ambos sexos, una amplia gama de complementos, calzado variado... Incluso comprar (virtualmente) con dólares linden. El avatar compra y se viste, pero el usuario deberá acercarse a la tienda si quiere la ropa: aquí no hay posibilidad de adquirir productos reales.

La renovación, su éxito

El éxito de la tienda insular de Bershka -y gran parte del que disfruta en el mundo más allá de los chips- viene de su renovación constante. Como en la realidad, y al mismo ritmo. Del mismo modo que hay empleados dedicados a confeccionar las prendas para el mundo real, los hay dedicados a volcar los diseños en el formato virtual.

Dicen en la empresa que la tienda en Second Life les resulta rentable. Es una buena forma de acercar la moda a los jóvenes que buscan novedades frente al ordenador. Además, el acceso a la tienda es muy sencillo, cuando el usuario entra en Second Life a través de Internet solo debe buscar Bershka y escoger el resultado que presenta el logotipo de una casita. El usuario, su avatar, llega a la isla. Empiezan las compras como un juego para seguir con las auténticas una vez que se apaga el ordenador.