La historia de las patatas, digna de exposición

Efe

SOCIEDAD

El tubérculo era, antiguamente, un «regalo exótico» entre intelectuales y botánicos.

22 sep 2008 . Actualizado a las 18:55 h.

El consumo de patatas en Europa se ha hecho tan común que muchas veces se olvida su origen precolombino hace 10.000 años en las tierras de Perú y Bolivia, en torno al lago Titicaca, y su importancia como alimento para combatir la pobreza y el hambre en todo el mundo.

Coincidiendo con la celebración del año de la «papa» de Naciones Unidas, la exposición Odisea de la Patata, que hoy se inauguró en La Haya, recuerda el origen de ese tubérculo y su posterior expansión, conquistando las mesas de ricos y pobres en los cinco continentes.

El embajador de Perú en La Haya, Alan Wagner, que hoy abrió oficialmente la muestra en el Instituto de Estudios Sociales de esa ciudad, recordó que la patata «es producida hoy por 130 países, consumida por más de 100 millones de personas y además se ha convertido en el tercer producto alimenticio a escala mundial, tras el arroz y el trigo».

Organizada por la embajada peruana y el Centro Internacional de la Patata en Perú, en colaboración con el Instituto de Estudios Sociales de La Haya y el ministerio de agricultura holandés, la exhibición rinde homenaje a un tubérculo que «permitirá reducir la pobreza y mejorar los problemas de alimentación» en el mundo, según Wagner.

El diplomático añadió que «en Perú, el cultivo de la papa es muy importante para mejorar los ingresos de los campesinos de las montañas de los Andes».

Consumido en Europa en 100 kilos per cápita y año, este tubérculo llegó a España en torno al año 1570 y se extendió posteriormente no sólo como cultivo a través de monasterios de Carmelitas, sino también como «regalo exótico» entre intelectuales y botánicos y a través de los protestantes, que la transportaban como medio de supervivencia en una época en la que su religión era perseguida.

Con el formato de paneles informativos y fotografías a todo color, la exposición se abrió hoy en Holanda tras su paso por Inglaterra, Suiza, Noruega, Irlanda y Bélgica.

En Holanda se expone en un país no solamente exportador sino también consumidor durante siglos de ese tubérculo, como lo ilustra el famoso cuadro de Van Gogh de título Los comedores de patatas.

Además, Holanda «invierte 80 millones de euros para investigar el genoma de la papa, lo que permitirá mejorar su rendimiento y potenciar sus cualidades nutricionales», precisó el embajador peruano Wagner.

Como prueba del potencial de la patata, la inauguración de la muestra estuvo acompañada de una gran variedad de especialidades peruanas hechas con papas, desde las rellenas con carne, huevo o cebiche, a las papas a la guancallina (con una salsa de ajos cebolla, cilandro y perejil), hasta las croquetas de patatas o la tortilla española.

La Odisea de la Patata se expondrá además en España y Francia para acabar su viaje en la ciudad de Roma.