Los caldos de la denominación de origen Rías Baixas siguen ganando adeptos allá por donde mojan la copa. Anoche, los paladares de gente tan selecta como George Clooney, Ingrid Betancourt o el propio príncipe Carlos de Inglaterra degustaron el sabroso albariño en la gala anual que la Foreign Press Association celebra en Londres.
Solo dos vinos regaron la velada del Park Line Hotel; ambos españoles. Por la parte blanca, los rías baixas. Por la vertiente tinta, caldos de la Rioja. El consejo regulador pontevedrés envió a la capital británica 150 botellas, suficientes para satisfacer a los cuatrocientos invitados del club de corresponsales de prensa más antiguo del mundo. Nada menos que 120 otoños cumple una asociación que reúne a un millar de profesionales de setenta países.
Las botellas de rías baixas proceden de las bodegas que han alcanzado un mayor nivel de calidad, de acuerdo con las catas internas que efectúa el consejo.
Se trata de un etiquetado genérico, que la denominación actualiza continuamente y emplea como instrumento de promoción. Los británicos lo saben perfectamente, pues constituyen el segundo mercado extranjero del albariño, después de Estados Unidos.