Junto a Rouco Varela celebraron la eucaristía sus tres obispos auxiliares, cinco arzobispos (el de Toledo y primado de España, Antonio Cañizares, y los de Valencia, Oviedo, Granada y Santiago), 19 obispos y otros ocho auxiliares llegados de todo el país y 500 sacerdotes, que dieron la comunión a los participantes. Además, unos 1.700 voluntarios se encargaron de asistir a los feligreses, que llegaron de Madrid y de casi todas las ciudades españolas en unos 1.000 autobuses, 200 menos que el año pasado.
La organización preparó un sistema audiovisual con 350 técnicos y 350.000 vatios de sonido, y el Ayuntamiento madrileño aportó más de 125 policías municipales y 90 miembros del Samur, que se encargaron de la seguridad de los participantes y de establecer un área restringida al tráfico. En total fueron atendidas 23 personas, todas ellas por cuestiones leves, como mareos, caídas o torceduras, aunque en cinco casos se optó por el traslado a un centro sanitario.
Entre los fieles se encontraban, a título particular, cargos del PP, como Jaime Mayor Oreja o Vicente Martínez Pujalte. Otros obispos que no estaban en Madrid organizaron actos menos masivos parecidos en su diócesis, como los de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, el de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, y el de Bilbao, Ricardo Blázquez, vicepresidente de la Conferencia Episcopal.