En Uruguay tiran por la ventana el calendario del año viejo y en Ecuador lanzan monedas al aire llamando a la suerte
SOCIEDAD
Millones de latinoamericanos siguen la tradición española de las uvas aunqute tienen sus propios ritos para recibir el nuevo año.
30 dic 2008 . Actualizado a las 12:33 h.Millones de latinoamericanos siguen la tradición española de tomar las 12 uvas al compás de las campanadas de la medianoche del 31 de diciembre, aunque hay multitud de supersticiones acordes con la idiosincrasia popular. El ritual de las uvas se puede complicar un poco para aumentar sus efectos y tomarlas de pie, apoyándose solo en la pierna izquierda para entrar en el año nuevo con el pie derecho, por suponérsele mas hábil que el izquierdo en la caminata hacia el porvenir. Los mexicanos siguen ese rito al son de las campanadas de la catedral metropolitana de Ciudad de México, pero antes o después de tomar las uvas barren la casa, de dentro afuera, para dejarla limpia de impurezas de todo tipo.
Otra forma de acabar con lo malo es someterlo al fuego purificador. Se queman muebles y ropas viejas en Perú, Honduras y Ecuador. Lo indeseable se escribe en papelitos que se introducen en un muñeco al que se prende fuego, como hacen los campesinos de Colombia. El día de San Silvestre, los uruguayos tiran por la ventana los almanaques y calendarios del año viejo y dejan casi tapizadas las calles de los centros financieros.
Las mujeres de Uruguay visten en Nochevieja alguna prenda roja, mientras en Ecuador hombres y mujeres piden fortuna y, literalmente, les llueven las monedas, que lanzan al aire a medianoche para que «no escampe en todo el año».
Quien encuentra en esta época en Costa Rica una pequeña flor silvestre de color morado, llamada Santa Lucía, está de suerte. Si se mete en el billetero, no faltará dinero en todo el año.
Pasear o correr con maletas en Nochevieja es un ritual para que el año nuevo traiga muchos viajes (práctica muy extendida en Colombia). Y si al salir de casa con las valijas se da un portazo, mucho mejor: así se alejarán los malos espíritus.
También es costumbre en Argentina que todos corran, pero a abrir sus regalos después del brindis en la medianoche del 31 de diciembre.