Primero fueron las bombillas, ahora se trata de uno de los objetos de mayor culto de nuestras casas: los televisores, y en concreto los televisores con pantalla de plasma, los 4x4 de los salones, denominados así porque consumen cuatro veces más electricidad que un aparato de televisión tradicional. La Unión Europea pretende prohibirlos a partir de la próxima primavera. Si se cumplen estos planes, el futuro de las televisiones planas se basará en la tecnología Oled. Los televisores de LCD son mucho más eficientes a la hora de utilizar energía, por lo que no parece que se vean afectados por esta medida comunitaria. Un televisor LCD de 42 pulgadas consume lo mismo que otro tradicional. Uno de plasma de tipo medio consume la misma energía que dos grandes neveras refrigeradoras. La medida tiene como motivo el deseo de la UE de limitar la espiral del aumento de consumo energético de los hogares europeos. La televisión de plasma parece ser uno de los primeros objetos domésticos que serán afectados por la nueva legislación europea, pero no el único. La semana pasada la UE puso fin a la comercialización de bombillas de cien vatios. Los europeos cuentan hoy con tres veces más aparatos eléctricos que hace una generación.