El hasta ahora arzobispo de Valladolid, Braulio Rodríguez Plaza, de 65 años, será el nuevo prelado de la diócesis de Toledo y primado de España. Braulio ocupará el cargo a partir del próximo mes de junio y será el sucesor de Antonio Cañizares, que el pasado diciembre fue nombrado prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano. Cañizares se refirió a su sucesor como «mi gran amigo don Braulio», y destacó «su fe y eclesialidad». «Viene un pastor con forma de corazón de Dios», indicó. En su mensaje de despedida, Cañizares dijo ante la diócesis: «Vuestro nuevo obispo conoce bien a la diócesis de Toledo, porque incluso lleva en sus venas sangre toledana».