Según Greenpeace, el sistema energético tiene capacidad para mantener el suministro sin la central
26 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El responsable de energía nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, exige al Gobierno que cumpla con su compromiso de cerrar las centrales viejas. Y Garoña es la más antigua de todas.
-¿El incidente de Garoña fue grave?
-Fue importante, porque si la central no lograba evacuar su electricidad y no se hubiera parado, se habría provocado una situación de accidente grave con emisión de radiactividad. No se llegó a eso, pero no se puede decir que sea un problema de poca importancia, como ha apuntado la empresa propietaria.
-¿Garoña, por antigua, es peligrosa?
-Lleva tres incidentes en menos de un mes. En el primer trimestre ya había tenido varios más, y en el año 2008 tuvo siete u ocho incidentes. Es una central que tiene muchísimos problemas de seguridad. Fallan determinados componentes importantes. Y este mismo mes han tenido una explosión en un transformador eléctrico, que han querido mantener en secreto. Pero, además, la central sufre un problema de agrietamiento y erosión en la vasija del reactor, que no tiene parangón con ninguna central del mundo de este tipo. Es un problema que no tiene solución, reconocido incluso por el CSN. Y va a ir agravándose. Es peligrosa por ser un factor de riesgo para todo el mundo.
-Pero el accidente ha sido calificado con el menor nivel de gravedad.
-La escala internacional básicamente refleja no la gravedad del suceso, sino las repercusiones radiológicas que tiene sobre el medio ambiente. Es como si vas en un coche a toda velocidad y te fallan los frenos. Si logras parar, el suceso se clasifica como leve, pero si te estrellas y te matas, se clasifica como de máximo nivel. En esta escala no sirve para nada evaluar la gravedad del suceso, sino la repercusión.
-¿Puede ser decisivo para que el Gobierno decida cerrarla?
-El Gobierno debe tener claro que la central funcional muy mal, que tiene muchos problemas y que es vieja. Está fuera de normativa, pues hoy no le darían licencia para funcionar a una central con estas características, que no cumple con los estándares internacionales. Y, además, es una central perfectamente prescindible, porque produce unos 3.900 gigavatios año, que es el 1,1% del total, y el sistema eléctrico español exportó tres veces lo que produce Garoña.
-¿Su cierre puede afectar a la producción de energía en España?
-No. De hecho, el secretario de Medio Ambiente de la Ejecutiva Federal del PSOE dijo hace unas semanas que el sistema eléctrico español tiene capacidad suficiente para asumir el cierre de Garoña. Las renovables están permitiendo sustituir la energía de Garoña. Y esto es lo que dice el programa electoral del Partido Socialista. Si el Gobierno quiere cumplir su compromiso con los ciudadanos, no le queda más remedio que cerrarla ya.