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La nueva abuela de la fabada es gallega

SOCIEDAD

La protagonista del nuevo anuncio de una popular marca asturiana nació en O Vicedo, se fue a Asturias a los 18 años y estos días está por Pontevedra

12 ago 2009 . Actualizado a las 11:54 h.

La fonética de influencia asturiana se funde con su perfecto gallego. Porque María Antonia Goás Sánchez, el nuevo rostro matriarcal de la fabada asturiana, nació en O Vicedo allá por 1936. Esta funcionaria jubilada y actriz teatral por vocación se ha convertido en todo un icono publicitario tras protagonizar el nuevo anuncio de una marca que comercializa fabada asturiana. El lema para llevar las habas a los hogares es Fabes are sexy. El rústico escenario y la vestimenta ancestral que eran el eje del primer anuncio han dado paso ahora a un camino verde en el que la protagonista utiliza los ritmos electrónicos que emanan de un botijo con Ipod para contonearse cual modelo erótica e invitar a probar la conserva.

Aunque se fue con 18 años a Oviedo, el nuevo icono de la fabada asturiana está de vacaciones por Pontevedra. Porque nunca se desvinculó de su tierra natal. ?Toña, que es como la conoce su familia y amigos, personaliza el tópico ese que cuenta que gallegos y asturianos son primos hermanos al reconocer que «me siento gallega por los cuatro costados, ya que nunca he dejado de venir a esta tierra, en la que tengo a toda mi familia. Aunque, por otro lado, también me siento muy asturiana, ya que me fui con 18 años a vivir a Oviedo, lugar en el que me casé e hice mi familia».

El sentimiento de amor compartido entre Asturias y Galicia lo reproduce en la gastronomía. Explica que tiene debilidad por el caldo, pero «en el caso de elegir entre la fabada y el caldo, me comería uno detrás de otro».

Ahora, esta mujer rememora los cambios que decidió asentar en su vida al abandonar el trabajo y entrar en la jubilación. «Después de toda una vida primero estudiando y luego trabajando, decidí que ya era hora de introducir algo más de diversión», comenta.

Por ello, añade, «me apunté a un grupo de teatro, además de un taller de escritura». Pero actuar parece que le atrajo más que escribir. Esa afición fue la que hizo que acabara haciendo el anuncio que le ha proporcionado tanta fama, animada por el profesor que le da clase en el grupo aficionado en el que estaba. «Fue mi director el que me propuso que me presentara a la prueba, algo que debió de salir bien, ya que me llamaron a los pocos días para darme la noticia», comenta.

La nueva imagen de la fabada asturiana enlatada se alegra de no ser reconocida por la calle, «algo que me daría mucha vergüenza», añade. Pero la intervención en el anuncio ya le ha reportado algunas consecuencias. Entre ellas, la grabación de varias cuñas publicitarias en la radio de su tierra adoptiva. Lo que no sabe es cómo continuará la carrera. «Ni el cine ni los anuncios es lo que más me gusta. Es mi próxima obra, La cocina, de Arnold Wesker, en la que hago el papel de gallega, lo que centra toda mi atención por el momento, una pieza que me gustaría poder representar en mi tierra, Galicia», explica la actriz.

?Rodaje

La nueva campaña del emblema gastronómico asturiano esconde más secretos relacionados con el making off. «La verdad es que ahora puedo contarlo, ya que me dieron permiso», explica.

«El anuncio se grabó en la Ruta Negra de Guadalajara, a unos 150 kilómetros de la capital, concretamente en un pueblo llamado Robleluengo, emplazado en una zona protegida y en donde el equipo con el que rodó alquiló la casa en la que se grabó la publicidad», desvela esta actriz escénica reconvertida a la publicidad.

Con todo, confiesa sentir una predilección por los escenarios, sobre todo tras conocer los secretos de un rodaje. «Es que no tiene nada que ver con el teatro, en donde tenemos que estudiar mucho y ensayar para que durante el directo no existan fallos. Aquí se prepara todo de antemano y en el caso de salir mal se repite las veces que haga falta», comenta.