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El Vaticano se plantea recuperar el latín en la celebración de la misa

SOCIEDAD

La reforma litúrgica contempla la posibilidad de que el sacerdote se vuelva hacia el altar durante la consagración

26 ago 2009 . Actualizado a las 13:06 h.

La Santa Sede está estudiando la posibilidad de incrementar la presencia del latín en la celebración de la misa, en un intento de potenciar la «sacralidad del rito» y de recuperar el sentido último de la Eucaristía. Según informa la agencia católica ACI, que a su vez cita al vaticanista italiano Andrea Tornielli, Benedicto XVI está considerando ya la introducción de modificaciones en el ritual, destinadas a «favorecer la adoración eucarística» y a «darle mayor sacralidad a la liturgia. Dichas modificaciones tendrían su origen en un documento entregado al Pontífice el pasado mes de abril por el cardenal español Antonio Cañizares, actual prefecto para la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en el que el ex arzobispo de Toledo recogía el contenido de las propuestas formuladas por los prelados que forman parte de su dicasterio; a todos los efectos, un ministerio más del Vaticano.

De acuerdo con la misma fuente, los obispos cuyo dicasterio encabeza el cardenal Cañizares creen poner coto a los «abusos» que, desde su punto de vista, habrían surgido alrededor de la liturgia católica de la mano de una «creatividad inoportuna». Entre las propuestas más llamativas incluidas en el documento cuyo contenido estudia el Papa se encontraría la de que el sacerdote, durante la consagración, se girase hacia el Oriente. Algo que en la práctica supondría -dada la orientación de la mayor parte de las iglesias cristianas del mundo- que se volvería, como antes del Concilio Vaticano II, hacia el altar, dándoles la espalda a los fieles.

En la senda de la tradición

La posibilidad de impulsar de nuevo una mayor presencia del latín en la liturgia ya había sido planteada por un sector del episcopado durante el pontificado de Pablo VI, si bien posteriormente fue decayendo esa demanda. Durante las últimas décadas, de hecho, la misa en latín se convirtió en algo absolutamente infrecuente. Fuentes próximas a la cúpula eclesial española señalaban ayer que la propuesta de reforma «no está bien vista por todos los obispos, aunque no quede otro remedio que aceptarla, porque es una cosa que viene de Roma». Benedicto XVI, uno de los más grandes teólogos de la historia de la iglesia, ha dado siempre una extraordinaria importancia a la solemnidad de la liturgia como puerta abierta al misterio.