El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES o Proceso de Bolonia) entrará en vigor el próximo curso, pero en España hay dos carreras que todavía están peleando por que la adaptación no las perjudique. Son Medicina y Arquitectura, ambas presentes en Galicia. Aunque desde el ministerio y los sectores implicados se espera que antes de Navidad haya una solución pactada -elaborada por una comisión-, a menos de un curso para ejecutar el EEES quedan muchos flecos.
Hasta ahora, los que hicieron más ruido contra el plan Bolonia fueron los informáticos, pero han encontrado una solución. En su carrera no se identificaban sus atribuciones profesionales y eso, temían, los dejaba desamparados -¿qué tenía que saber un titulado en Ingeniería Informática frente a otros técnicos?-. Sin embargo, este mismo año se solucionó una parte del problema y los ingenieros creen que la otra parte, aunque es un proceso lento, ya será más fácil.
Tras su mediática lucha, llega el turno de los estudiantes de Medicina y Arquitectura, que quieren que sus carreras tengan categoría de máster y no de grado. Con el EEES habrá solo tres títulos universitarios: grado, máster y doctorado. Los médicos van a estudiar durante seis años y por lo tanto superarán con mucho los cuatro del grado, pero su título será ese (ver el recuadro anexo). Si quieren hacer el doctorado -no el profesional, sino el académico- tendrían que hacer un máster de uno o dos años y después estudiar para doctorarse. Esto lo consideran un agravio comparativo, y seguramente por eso se calcula que esta será una de las pocas concesiones del Ministerio de Educación: un graduado en Medicina podrá presentarse al doctorado sin hacer un máster.
Arquitectura: 300 + 30
Algo diferente es el caso de Arquitectura. Está previsto que esta carrera tenga 300 créditos más otros 30 del proyecto obligatorio para ejercer profesionalmente como arquitecto. Serán también graduados, aunque superen los parámetros de tiempo generales. En este punto no hay unanimidad: algunas escuelas, la mayoría del país, quieren que se les considere máster para igualarse con los ingenieros, pero otras, como la de A Coruña, están satisfechas con ser graduados y tener 330 créditos. Lo que no ven tan bien es la propuesta del ministerio que -tras varios cambios que Xosé Manuel Casabella, director de la escuela coruñesa, no entiende- supone que el máster incluya 360 créditos, de los cuales 300 son el grado y 30 el proyecto (les faltarían solo 30). Ese es el principal punto que falta por dilucidar.
Para Xosé Manuel Casabella, lo de grado tiene una parte buena -«unha titulación única, exclusiva, non haberá outra forma de ser arquitecto e desaparece iso de arquitecto técnico»- pero cree que no aporta unidad con Europa: «En Francia, a carreira é unha diplomatura de tres anos sen atribucións profesionais e un máster de dous; en Alemania, un grado de catro anos, un máster de un e as prácticas de dous anos; e en Bélxica son 300 cretos e dous anos de traballo». En su caso, ya está contemplado que los graduados puedan hacer el doctorado sin pasar por un máster.