El tijeretazo sufrido por el presupuesto del Ministerio de Ciencia e Innovación para el año que viene ha soliviantado a los científicos españoles, que incluso se han manifestado en contra de esta decisión. Acostumbrados a crecer durante los últimos años a un rimo de casi el 25%, en el 2010 el departamento que dirige Garmendia recibirá 5.290 millones de euros, un 0,2% más que en el 2009. Esto es debido a la crisis económica, que ha reducido drásticamente los ingresos del Estado.
El mayor recorte recaerá en los organismos públicos de investigación, que recibirán un 28% menos que este año, quedándose en 789,5 millones de euros. Esto les obligará a recurrir a recursos propios para mantener el nivel de actividad. Y aunque el ministerio ha optado por salvar al máximo las becas y contratos, así como los proyectos del Plan Nacional, estos se verán afectados. Todo ello ha provocado incluso un duro editorial de la revista Nature, la más prestigiosa del mundo científico.
Estas decisiones son las que han causado los desacuerdos entre Cristina Garmendia y Carlos Martínez, acrecentados por la decisión del Ejecutivo de retrasar la aprobación de la nueva ley de ciencia, que debía estar en marcha antes del 2010.