El Gobierno cuenta con una mayoría holgada para aprobar una normativa muy polémica
17 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El pleno del Congreso de los Diputados votará hoy la Ley sobre Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo, que se espera sea aprobada por mayoría absoluta gracias a los votos de PSOE, PNV, ERC, IU-ICV, BNG y NaBai, así como alguna abstención de CiU. Está previsto que el PP vote en contra. Después de este trámite, la norma pasará al Senado y recalará nuevamente en la Cámara baja para su aprobación definitiva.
Tras meses de preparación, la ley tiene como característica principal considerar el aborto un derecho frente al modelo anterior -de 1985- que entendía que el aborto era delito pero que tenía tres excepciones. Una de ellas -la que suponía peligro para la integridad física o psíquica de la madre y que no tenía tope temporal- se convirtió en un auténtico coladero al que se apuntaban la práctica totalidad de las mujeres que querían abortar. Precisamente basándose en este hecho, el Gobierno puso en marcha la nueva ley.
Las semanas, fundamental
La esencia de la misma es considerar el aborto un derecho, por lo tanto no habrá que alegar motivos, siempre que se produzca en las primeras 14 semanas de gestación, en las que el feto tendrá un máximo de doce semanas de vida. A partir de entonces y hasta la semana 22 solo se podrá abortar si se demuestra que supone un grave riesgo para la salud de la madre o el feto presenta graves malformaciones, aunque no será necesario el informe de dos facultativos, como hasta ahora, sino que es suficiente con uno, según una de las reformas de última hora. Finalmente, si el feto presenta malformaciones incompatibles con la vida, entonces se puede practicar el aborto en cualquier momento, sin límite de tiempo.
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, manifestó ayer en Algeciras su confianza en que el texto final de la ley alcance «el mayor consenso». Aído destacó que los grupos parlamentarios han realizado «un enorme esfuerzo», a pesar de que la elaboración de la ley «ha tenido un proceso muy complejo».
Problemas
La ley no ha estado exenta de polémica, especialmente la parte que permitía a las chicas de 16 y 17 años abortar sin informar a los padres. Finalmente, ha habido una ligera modificación en este punto, cambio que permite el apoyo del PNV a la ley. Según quedará el texto, las jóvenes deberán informar a, por lo menos, uno de sus padres; solo podrán acudir a abortar sin hacerlo cuando aduzcan de forma fundamentada una situación de riesgo de violencia intrafamiliar o de riesgo de desamparo.
El otro asunto problemático era la objeción. Según la nueva norma, esta ha de ser personal y limitarse exclusivamente a los sanitarios que participan directamente en el aborto.
Otros aspectos de la ley es que se ofrezca educación sexual en todos los niveles escolares -aunque no en todos los cursos-; que se explique cómo realizar un aborto en las facultades de Medicina y Enfermería -aunque la Universidad de Navarra ya ha anunciado que se negará a ello- y que los fármacos anticonceptivos de nueva generación -como parches, diu o anillos vaginales- se financien desde la sanidad pública. También la sanidad correrá con los gastos del aborto si no puede asumir su realización, algo que hasta ahora no ocurría.
Finalmente, desaparece la pena de cárcel para las mujeres que aborten fuera de los parámetros que marca la norma, aunque sí habrá multas. Los médicos, en cambio, se arriesgan a pasar de uno a tres años en la cárcel y a la inhabilitación de uno a seis.
Oraciones
Como reacción al debate, hoy se celebrarán rezos y otras actividades «en favor de la vida». Por ejemplo, la asociación Adolescentes por la Vida celebra durante 24 horas en la basílica de Jesús de Medinaceli de Madrid una oración (hasta las doce de la mañana de hoy).
También habrá «un paseo por la vida» ante la plaza de las Cortes a las 12.30, en el que participarán, además de la anterior entidad, Derecho a Vivir, Hazte Oír, Médicos por la Vida, Universitarios por la Vida y Fundación Madrina.