Las personas incapaces de ver una película en tercera dimensión, tampoco tiene visión en relieve habitualmente.
28 ene 2010 . Actualizado a las 19:59 h.El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO) ha advertido este jueves de que las películas en 3D pueden causar mareos, visión doble e, incluso, náuseas y desequilibrios en personas con pequeños problemas visuales.
La organización colegial recomienda a aquellos espectadores que sufran alguno de estos síntomas acudir a su óptico-optometrista para una revisión binocular, ya que esta técnica puede poner de manifiesto problemas visuales como las forias.
El decano del CNOO, Juan Carlos Martínez, ha hecho hincapié en que la visión binocular es una capacidad innata del ser humano que permite ver el mundo en tres dimensiones, «lo cual nos ayuda a calcular mentalmente las distancias y a situar los objetos en el espacio».
Martínez ha indicado que aunque cada ojo obtiene una imagen, es necesario que ambos estén sincronizados para que el cerebro las fusione en una sola visión.
Ha explicado que si los ojos no trabajan sincronizadamente se produce una rotura en la fusión de las imágenes a nivel cerebral, como consecuencia de un estado de relajación en el que cada ojo pierde momentáneamente su coordinación con el otro, manteniendo el estímulo visual pero sin que exista integración en el cerebro.
«Se trata de un problema muy habitual que solemos compensar con la propia musculatura del ojo, que trabaja para que ambas imágenes coincidan; esto se conoce como foria», ha expuesto.
En casos extremos la musculatura no puede compensar el defecto y se produce una relajación total denominada estrabismo, en el que los dos ojos no miran a un mismo punto, no trabajan de forma armónica y simultánea.
La persona no es capaz de ver en 3D la película porque, de hecho, tampoco tiene visión en relieve habitualmente. «Es exactamente lo mismo que le ocurre a un sordo de un oído, que no percibe el sonido en estéreo», ha matizado.
Tampoco puede haber visión estereoscópica si uno de los dos ojos no manda la información adecuada al cerebro y esto es precisamente lo que les ocurre a las personas que tienen ambliopía, conocida popularmente como «ojo vago».
El experto ha argumentado que la tecnología 3D es muy similar a la técnica que utiliza el cerebro para ver en relieve, al basarse en dos imágenes superpuestas que se proyectan sobre una pantalla.
Enrique Orellana, óptico-optometrista del CNOO, ha añadido que esta disociación puede suponer un esfuerzo adicional para el cerebro, que da instrucciones a la musculatura ocular para que la alineación de ambos ojos sea la correcta.
Ha recomendado a los espectadores que si sienten algún malestar utilizando la tecnología 3D visiten al óptico-optometrista, ya que es posible que tengan un pequeño problema de visión binocular que hasta ahora les ha pasado desapercibido.
Las personas que usen alguna corrección óptica deben utilizarla debajo de las gafas de 3-D, pero ha advertido de que si se tiene una foria, ésta se puede manifestar a pesar de llevar corrección.
En cualquier caso, los ópticos avisan de que es posible que durante los primeros minutos de la película se sienta un pequeño malestar, porque es el tiempo que los ojos necesitan para adaptarse.