La sociedad científica considera que la nueva ley «no aporta soluciones a los verdaderos problemas», y denuncia que Garmendia no ejecutó el 22% del presupuesto del 2009.
11 mar 2010 . Actualizado a las 22:02 h.La Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) ha criticado este jueves el «conservadurismo» profesional de la Ley de Ciencia, que «no aporta soluciones a los verdaderos problemas» de la ciencia española, y ha pedido cambios para dotar a esta norma de «más ambición de futuro»
Así lo ha manifestado Joan Guinovart, presidente de la COSCE, durante la presentación de un informe elaborado por esta entidad, que agrupa a más de 30.000 científicos, sobre la nueva ley, cuyo anteproyecto será aprobado previsiblemente mañana en Consejo de Ministros.
Guinovart ha reflexionado sobre el recorte del presupuesto dedicado este año a la ciencia y ha señalado que «si no podemos gastar más, podemos gastar mejor y la Ley de Ciencia era una oportunidad para ello, pero desgraciadamente no va a ser así».
El presidente de la COSCE ha subrayado que en la nueva ley falta una apuesta prioritaria por la calidad, por la internacionalización y la competitividad.
Por ello, los científicos españoles han pedido que se mejore el contenido actual «y se aborden temas de mayor calado que permitan a nuestro sistema de I+D+i alcanzar niveles de calidad, internacionalización y competitividad absolutamente imprescindibles si queremos construir una economía basada en el talento».
«Exigimos una ley que nos permita llegar a nivel de Premio Nobel», ha subrayado Guinovart.
Por su parte, José Luis Vázquez, presidente de la Comisión de la COSCE para el Estudio de la Ley de Ciencia, ha explicado que era necesario adaptar la legislación actual a la estructura del Estado autonómico, pero la nueva ley no lo resuelve a pesar de que prevé la creación de un Consejo, en el que van a participar las 17 comunidades autónomas.
El borrador tampoco resuelve, según Vázquez, los actuales problemas de la «carrera científica» aunque establece un nuevo sistema de contratos, que, a su juicio, es «un funcionariado sin oposiciones, que es lo mismo que tenemos, pero peor».
Según Vázquez, «no vemos cómo podemos competir por el talento que está distribuido por el mundo» con el nuevo sistema de contratación.
Han criticado también la «gran indefinición» que existe en los contenidos y plazos de creación de dos instituciones clave para el sistema: la Agencia Estatal de Investigación, una antigua reivindicación de la COSCE, y el Consejo Asesor de Ciencia, Tecnología e Innovación, que no está diseñado «para que los científicos tengan voz».
Vicente Lafarga, miembro también de la comisión, ha criticado que la ley «no sienta las bases para un futuro claramente mejor» y ha señalado que se trata de «crecer y no engordar, de ganar músculo y no grasa».
Aunque «tenemos un sistema mejor de lo que se puede pensar, no podemos competir con los mejores», ha dicho Lafarga, quien ha incidido en que en la nueva ley se recoge «uno de los peores defectos que sufre la Universidad española».
Para ilustrar esta afirmación se ha referido a la reciente declaración de un rector que dijo: «llega a tu despacho un mensajero y a los veinte años se convierte en catedrático».
Según Vázquez, el sistema requiere un proceso de selección «claro, contundente y razonable», en el que la promoción no sea automática, y para ello ha pedido «copiar» a los países en los que la ciencia funciona bien como Estados Unidos, Alemania o Francia
Recorte presupuestario
Los científicos han denunciado que el Ministerio de Ciencia e Innovación no ha ejecutado el 22% del presupuesto de 2009, que asciende aproximadamente a 1.500 millones de euros, un remanente que se devuelve al Tesoro Público.
Así lo han manifestado José Molero y Juan José de No, miembros de la Comisión de la COSCE para el Estudio de los Presupuestos Generales del Estado, durante la presentación del informe anual sobre los recursos destinados en las Cuentas de 2010 a investigación y desarrollo (I+D+i).
Los científicos han explicado que la ejecución media presupuestaria de todos los Ministerios ronda el 95%, un porcentaje que en el caso del Departamento que dirige Cristina Garmendia ha sido de poco más del 77%, y han pedido que se explique.
Molero ha asegurado desconocer qué justificación hay detrás, aunque ha dicho sospechar que puede ser «una forma encubierta de ahorrar», a la vez que revela «que el Ministerio sigue sin estar bien estructurado».
Este científico ha manifestado su preocupación por el recorte que este año han sufrido los presupuestos destinados a la I+D+i, que cifran en un 4% respecto al año anterior, especialmente por lo que supone de «dificultad para recuperar la senda alcista de los últimos años».
El COSCE, que agrupa a más de 30.000 científicos, cree que con este recorte el sistema científico español puede sobrevivir este año, pero ha advertido de que de continuar con esta tendencia la ciencia española «se puede colapsar» en 2011 ó 2012.
El recorte, además,«puede hacer perder la credibilidad» del sistema español y devalúa «la buena impresión» que de éste se tiene en el exterior.
El informe pone de relieve que «por primera vez en muchos años» el recorte de los recursos afecta tanto a la investigación militar como a la investigación civil, que desciende un 1,5% y supone el 85% del presupuesto.