El papa Benedicto XVI se reunirá con la soberana británica Isabel II como parte de la visita que cursará al Reino Unido entre el 16 y el 19 de septiembre. Se trata de la primera vez que un pontífice visita este país en una gira de Estado, de ahí la importancia de la cita, aunque algunas de las características habituales del protocolo ofrecido a un jefe de Estado no se le ofrecerán al Papa. Juan Pablo II visitó el Reino Unido en 1982, pero se trató de un viaje pastoral.
Benedicto XVI comenzará su periplo en Edimburgo, donde será recibido por la reina en Holyrood House. Durante su visita tiene previsto realizar una misa de campaña en el Bellahouston Park de Glasgow, Escocia, donde unas 300.000 personas se concentraron durante la misa celebrada por Juan Pablo II en 1982. En Coventry, ya en Inglaterra, Benedicto XVI presidirá la beatificación del cardenal John Henry Newman, que pasará a ser el primer santo mártir inglés desde la Reforma. En Londres ofrecerá junto a los líderes de otras iglesias, un servicio ecuménico en la abadía de Westminster. También se reunirá con la máxima representación eclesiástica de la Iglesia de Inglaterra, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, en el palacio de Lambeth, demostrando que el diálogo ecuménico es uno de los principales objetivos de esta visita.
«Es una visita histórica que se produce en un momento importante», destacó el secretario de Estado británico para Escocia, Jim Murphy, en una rueda de prensa en Londres.
Los católicos, encantados
El máximo representante de la Iglesia católica de Inglaterra y Gales, el arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, dijo que los católicos estaban encantados. «Estamos seguros de que la presencia y el mensaje del papa Benedicto XVI nos ayudará a lograr de nuevo una visión de la vida en nuestra sociedad caracterizada por la confianza mutua, la compasión y la verdad».
El cardenal Keith O'Brien, arzobispo de St. Andrews y Edimburgo y además presidente de los obispos católicos de Escocia, señaló: «Estoy seguro de que su visita nos traerá el aliento renovado, el vigor y la alegría en nuestros esfuerzos por servir a Cristo en las circunstancias presentes».
La Iglesia anglicana también reaccionó con ilusión a la confirmación de la visita del Pontífice a suelo británico. «La visita del Papa será una oportunidad para consolidar los lazos no solo entre la Santa Sede y el Reino Unido, sino también de la Iglesia católica y otras iglesias cristianas, en Escocia, Inglaterra y Gales», dijo Rowan Williams. El arzobispo de Canterbury y el Papa disfrutan de una buena relación, pero su reunión llega en medio de las tensiones sobre la oferta del Vaticano el año pasado de ordinariatos individuales, permiso a los anglicanos que están en desacuerdo con los movimientos más liberales de su Iglesia, como la ordenación de mujeres y homosexuales obispos, para que se puedan convertir al catolicismo.
Manifestación en Londres
Además, la visita puede provocar fuertes protestas de grupos seculares que acusan a la Iglesia católica de silenciar los abusos sexuales de menores cometidos por parte de su clero.
Terry Sanderson, presidente de la Sociedad Nacional Secular, dijo que tienen la intención de celebrar una manifestación de protesta en Londres: «Muchas personas en Gran Bretaña ven con furor cómo parte del dinero de los impuestos se utiliza para recibir a este hombre [el Papa], que ha presidido una cultura de ocultamiento que se ha traducido en miles de niños abusados y violados alrededor del mundo», dijo Sanderson, para agregar después: «Vamos a organizar una serie de eventos y manifestaciones para garantizar que el Papa sabe que no todos están contentos con su presencia».