Una comisión de 61 personas, incluidas tres ministras, estudiará ayudas y medidas preventivas en Alemania
SOCIEDAD
El Gobierno alemán activó ayer su plan de apoyo a las víctimas de la pederastia, ante la alarma social por los escándalos de abusos. «Muchos de esos delitos habrán prescrito, pero la responsabilidad de auxiliar a sus víctimas no prescribe», declaró la ministra de la Familia, Kristina Schröder. La mesa de trabajo agrupa a tres ministras de Angela Merkel -la de Justicia, Sabine Leutheusser-Scharrenberger; la de Educación, Annette Schavan, además de Schröder -, así como la ex ministra Christine Bergmann, titular de la Familia en el gobierno de Gerhard Schröder y ahora encargada especial del Gobierno para ese cometido.
Completan el grupo, con un total de 61 miembros, representantes de la Iglesia, médicos, docentes y juristas, con el objetivo de reunir a un espectro lo más amplio posible para acometer una problemática que ha socavado la credibilidad de las instituciones religiosas, especialmente las católicas.
La mesa iniciará sus sesiones de trabajo en mayo con la intención de presentar un catálogo de medidas preventivas y ayudas concretas a las víctimas antes de fin de año.
También los evangélicos
Hasta ahora, no hay un cómputo claro de víctimas, ya que desde que estalló el primer escándalo a finales de enero, en una escuela jesuita de Berlín, ha habido un goteo casi diario de casos hasta alcanzar todas las diócesis del país. De las primeras revelaciones en instituciones y centros católicos se pasó a casos más aislados, pero notables, en escuelas evangélicas y pensionados no confesionales, así como hospicios de la extinta República Democrática Alemana.
La mayoría son abusos cometidos en los años setenta y ochenta y para los que no hay persecución judicial posible, puesto que estos delitos prescriben a los diez años, pero también de otros más recientes, de los años noventa o posteriores.
Por si fuera poco, al contexto de abusos sexuales se sumaron revelaciones acerca de violencia física en las escuelas. Ambas cuestiones han mermado la confianza de los alemanes en el Papa y la Iglesia católica, con 25 millones de creyentes en Alemania, aproximadamente los mismos que la evangélica.
Según una encuesta de la televisión pública ZDF, un 82% de los alemanes creen que la Iglesia católica no ha adoptado las medidas pertinentes frente a la pederastia y apenas un 12% dicen que sí ha actuado con la debida contundencia.