La expectación sin precedentes que ha generado esta votación ha sido enorme tanto en medios españoles como internacionales.
28 jul 2010 . Actualizado a las 12:22 h.Decenas de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión se encuentran en las puertas del Parlament de Cataluña donde hoy se vota la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para prohibir los toros en esta comunidad, mientras que la presencia de defensores y detractores de este espectáculo es más bien escasa.
La expectación sin precedentes que ha generado esta votación ha sido enorme tanto en medios españoles como internacionales, cuyos corresponsales se han arremolinado en la entrada de la cámara catalana para intentar pulsar las últimas opiniones de los taurinos y los abolicionistas antes de que comience la sesión plenaria en la que se decidirá el futuro de los toros en Cataluña.
Entre los presentes en el exterior está Lluis Villacorta, organizador de las concentraciones antitaurinas que se celebran en la plaza de toros de la Monumental de Barcelona, y que hoy se ha desnudado y se ha echado encima un cubo de pintura roja emulando sangre para, una vez más, denunciar la crueldad contra los animales.
«Hasta que no se acaben las corridas, seguiremos acudiendo a la Monumental, incluso durante la moratoria que se fije hasta el 2012» en el caso de que veten las corridas, ha afirmado el activista.
Unos pocos metros más allá se juntaban los defensores de las corridas que para respaldar la «catalanidad» de este espectáculo han venido envueltos en banderas catalanas, incluso una estelada con el perfil de un toro impreso, y con carteles en los que se podía leer: «Libertad, toros sí, prohibición no».
Además de aficionados, y profesionales, entre ellos el torero catalán Serafín Marín, había también una agrupación de ganaderos catalanes que defendían el mantenimiento de esta tradición.
La tensión ha crecido cuando ha entrado en el Parlament el vicepresidente del gobierno catalán, Josep Lluis Carod-Rovira, al que algunos exaltados han gritado: «¡dictador!».
Muchos diputados han optado por llegar a pie al Parlament para evitar ser reconocidos y tener problemas similares.
Ya en el interior del Parlament, el coordinador de la plataforma en defensa de la fiesta en Cataluña, Luis Corrales, aprovechaba los últimos instantes para hablar con los diputados e intentar convencer a algunos de ellos, pues aunque los partidarios de la prohibición parecen a priori mayoría, la votación se espera muy ajustada.
«Estamos contentos con el trabajo que hemos hecho, pero si al final se prohíbe no habrá valido para nada», ha señalado Corrales, quien ha pedido a los diputados del PSC y CiU que la libertad de voto que les ha otorgado su partido en este caso «no sirva para ir en contra de la libertad de los ciudadanos de poder ir a los toros».